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Como si no hubiera pasado nada. Joaquín Sánchez (43) y su mujer, Susana Saborido (49), acudieron este jueves por la noche al acto organizado por el Rotary Club Sevilla Corporate en el Real Alcázar de la capital andaluza para recoger el IV Premio al Espíritu Rotario, que ha querido reconocer la labor solidaria de la Fundación que lleva el nombre del ex futbolista.
En todo momento se notó la complicidad entre la pareja, con miradas y cogiéndose de la mano de vez en cuando. Es la primera vez que el matrimonio aparece en público desde que comenzó la polémica creada por una actriz de cine para adultos sobre los mensajes en una determinada red social de contactos y tras las apariciones en ciertos programas de un hermano de Susana. Eso sí, no hubo declaraciones por parte de ninguno de los dos sobre este tema.
Los dos llegaron cogidos de la mano, saludaron a todos y charlaron con el resto de asistentes de manera natural durante el cóctel previo a la cena.
De hecho, la organización sólo permitió a los medios de comunicación hacer fotografías. Ni preguntas ni vídeos. Tanto Joaquín como Susana sí estuvieron amables con quienes les preguntaban que cómo estaban, y todo lo que dijeron fue que estaban bien, demostrando normalidad tanto entre ellos como en sus vidas.
La cita comenzó con un cóctel de bienvenida al que siguió una cena benéfica, durante la cual, el ex futbolista entregó un cheque de 10.000 euros donado por su fundación para llevar la musicoterapia a los niños de Oncología Pediátrica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. La idea surge a partir de un proyecto de investigación que ha demostrado que la música en los niños reduce su estrés y ayuda en su proceso de curación.
Según palabras del presidente del Club, el abogado Rafael Jiménez Díaz, con este galardón se quiere "reconocer la labor que está haciendo la Fundación Joaquín Sánchez, centrada en proyectos asistenciales para menores con cáncer. La filantropía es una de las patas esenciales de nuestra entidad, y visibilizar y ayudar a proyectos que hacen la vida más fácil a los demás es una de las metas más importantes en las que trabajamos".
Fue el propio Joaquín quien recogió el premio, para luego subir también al estrado su mujer, Susana, y posar así, juntos, ante las cámaras, en el momento de la entrega del talón.
"Nos hace mucha ilusión el premio, pero sobre todo el proyecto de musicoterapia, que va a llevar la alegría a tantos niños y los va a ayudar a ser más felices", dijo Joaquín. Fueron sus únicas palabras en público.
Sobre él, el presidente del Club dijo también que es "un ser de luz", y añadió que "Joaquín es arte, te hace creer en lo imposible porque su grandeza está en su corazón", destacando también "su humanidad".