Iñigo Onieva y Tamara Falcó Preysler combaten como pueden el efecto de las recientes fotos del restaurador en Diez Minutos, tras cenar y trasnochar con un amigo y dos amigas en un restaurante japonés. Casi de inmediato, Iñigo ha completado medio Iron Man (no Burning Man) y Tamara lo ha felicitado emocionada por las muchas horas de entrenamiento que precisa esa media hazaña. Le llama "love", algo menos burdo que "gordo" o "cari" pero más cursi, y él, lacónico, responde: "Gracias, Tamara". Salieron por puertas distintas en Barajas, porque él tenía que recoger la cara Orbea. Si dedicara tanto tiempo a Salesas como a entrenar el acero muscular, a lo mejor despegaba el negocio. Pero, en fin, allá cada cual y cada "cuála".
Boda en la Casa de Alba: Cayetano y Bárbara, en octubre
Se llevan más de 30 años, pero Bárbara Mirjan, un encanto de mujer, lleva ya 10 con Cayetano Martínez de Irujo. Tenía 18 cuando lo conoció, 19 cuando empezaron a salir y ya ha pasado una década. La relación más fructífera, que no la única, del cuarto de los cinco hijos de Cayetana, fue y es con Genoveva Casanova, con la que ha tenido dos hijos. Y una prueba de que Bárbara todo lo suaviza, hasta el carácter de su novio, es que se lleva muy bien con Genoveva y los dos hijos de Cayetano. Acaso contagiado por la tranquila Bárbara, Cayetano ha hecho las paces con su hermana y la boda podría aliviar más la tormentosa relación familiar. La razón del casorio es que Bárbara quiere tener hijos ya y pueden hacerlo por la iglesia, anulado el matrimonio con Genoveva. Será en octubre, aunque no se sabe dónde. Que será la boda del año admite pocas dudas.
Junco y Pinocho, los económicamente débiles, contra la Pantoja
Durante el desarrollismo franquista, a los pobres se les cambió el nombre y hubo una película titulada eufemísticamente Los económicamente débiles. Es verdad que la mejoría económica era grande y casi todo el mundo tenía fundadas esperanzas de prosperar, si trabajaba y ahorraba. Ahora es más difícil, pero los desheredados se juntan y consuelan como siempre. Así, Junco, bailarina japonesa de flamenco y viuda de Bernardo Pantoja, aparece con Pinocho, supuesto hijo del difunto, no reconocido, porque la desahucian de la casa en que Isabel dejó vivir a su hermano, pero ahora quiere recuperarla y la japonesa se duele, como es natural. Con ir los dos a ¡De Viernes! a hablar mal de la Pantoja, pagan el alquiler de un año.
Paola Olmedo no se reconoce en el espejo, y lo celebra
La ex del hijo de Carmen Borrego ha acometido la revocación total de sus rasgos faciales, y aparece con su nueva cara, todavía con brackets pero ya venturosamente irreconocible. Ni sus hijos ni ella misma identifican en el espejo a la que fue Paola Olmedo. Ellos, perplejos; ella, encantada. No es el único caso de refacción total de un rostro; por ejemplo, el de su ex suegra. Pero esto no es un arreglo ni una resurrección, sino todo un renacimiento. Si llega a no avisar del cambio, se presenta ante su ex y su nueva mujer y no dice quién es, o era, y crea una intriga de telenovela a lo Betty la fea.