- Fortunas Sol Daurella: la presión a la mujer más rica de España no es por Coca-Cola
- Qué fue de... "Son las once y media": la vida alejada de la popularidad del actor de la hora Coca-Cola Light
La discretísima catalana Daurella, conocida como el clan de la Coca-Cola por poseer la mayor embotelladora y distribuidora de este famosísimo refresco en el mundo, además de ser multimillonarios, avezados empresarios y muchos de ellos consumados jinetes que compiten en concursos internacionales, también tienen títulos de nobleza.
Este 3 de marzo el BOE publicaba que Melina Rotllant Daurella (43), primogénita de Carmen, prima hermana de Sol, actualmente al frente del negocio familiar de la Coca-Cola, ha solicitado la sucesión en el condado de Fuenrubia. El título fue concedido por el rey Carlos III a Manuel de Brizuela y Velasco, caballero de Santiago y caballerizo del monarca, y lo ostentaba su abuela, María del Carmen Aguilera y Fontcuberta, fallecida en enero de 2023.
Esta aristócrata se casó con Francisco Daurella Franco, quien junto con su hermano Josep, padre de Sol, lograron la concesión en 1951 para distribuir Coca-Cola en España, y posteriormente en Europa. Tenían dos hermanas, Mercedes y Victoria, fuera de la gestión del negocio pero que hicieron buenos matrimonios con herederos de grandes familias catalanas y vascas. Así nacieron las cuatro ramas actuales del clan: los Daurella Comadrán, padres de Sol y otra chica, Eva, dueños del 34% de la sociedad familiar; los Daurella Aguilera, el 32%; los Líbano Daurella, el 16% y los Figueras Dotti Daurella otro 16%. Los dos varones, Josep y Francisco, heredaron de su padre, Santiago, una pujante fábrica de secado de bacalao y ahumado de pescados, Copesco&Sefrisa, ubicada en San Esteve ses Rovires, Barcelona.
También una fábrica de refrescos y gaseosas, Bebidas carbónicas, que Santiago montó en 1943 y Coca-Cola Company eligió para distribuir su refresco en la península. Desde entonces, el holding no ha hecho más que expandirse, pues además de Coca-Cola tiene la concesión de Nestlé y distribuye el café en cápsulas Nespresso suizo, los batidos Cacaolat y las pizzas Dominos entre otros negocios.
En las sociedades patrimoniales de la familia, Cobega y Olive Partners, esta última primera accionista de Coca-Cola Europacific Company, figuran junto a Sol sus primas hermanas, tercera generación Daurella y los hijos de estas, que se sientan en los consejos de ambas sociedades familiares e integran la cuarta generación formada por una veintena de primos.
Francisco Daurella (98), el abuelo materno de Melina, residente en Mónaco, además de vicepresidente de la compañía presidida por su hermano Josep, fue consejero de los bancos Central, Banesto y Vitalicio, de Generali Seguros, patrono de la Fundación Príncipe de Asturias y presidía el real club de golf El Prat.
Escribió varios libros con el seudónimo Paul Laurel y compartía pasión por el arte con su aristocrática mujer, Carmen Aguilera, que les condujo a adquirir obras de Dalí, Sorolla, Guinovart, Cuixart, Miró y muchos otros maestros y convertirse en coleccionistas. De su unión nacieron cuatro hijas, Carmen, Elena, Mercedes y Alicia, esta última casada en segundas nupcias con el jinete Alfredo Fernández Durán, a quien se atribuyó un noviazgo con la Infanta Elena, de la que son íntimos.
Carmen, la primogénita y madre de Melina, de 68 años, es la segunda mujer más rica de Cataluña después de su prima Sol según Forbes, que en 2024 le calculó una fortuna de 1.400 millones de euros. Se casó con Mario Rotlland Solá, (74) un farmacéutico convertido en empresario que fue vicepresidente de la sociedad familiar Cobega. Pese a estar separados mantiene su puesto en Olive Partner y fuera de su familia política, preside el consejo asesor del Banco Santander. En 1987 el matrimonio, aun unido, levantó su propia bodega, la marca Roda, en la localidad riojana de Haro, que hoy preside Rotlland.
También otros negocios, como los aceites l'Amo Dauro y Aubocassa, que se fabrican en una antigua alquería mallorquina que formaba parte de una finca de Juan March. Como a sus suegros, le tira el arte, pero el de la fotografía, pues en 2002 creó la fundación Foto Colectania, con más de 400 obras españolas y portuguesas desde la década de los 50, que obtuvo el premio Arco a la mejor iniciativa de coleccionismo privado. Tras su separación, Carmen se instaló en una mansión de la avenida Pearson, la calle más lujosa y exclusiva de Barcelona, y su ex rehizo su vida con Mahala Alzamora, una experta en comunicación que trabajaba para bodegas Roda.
El matrimonio tuvo cuatro hijos: Melina, Mario (41), Leonor (39) y Lucas (33). Mario, que se sienta en el consejo de Cobega y está muy unido a su tía Sol, trabaja como consultor en la firma Simon-Kucher. Ingeniero especializado en robótica, ha concursado como jinete en torneos internacionales y en 2018 se casó con Bárbara Corujo, una publicista madrileña que trabajaba para el grupo L'Oréal.
Leonor, volcada en el mundo de los caballos, es dueña de la empresa Taketherains dedicada a la cría y formación de puras raza y está separada del jinete olímpico brasileño Pedro Guimaraes Veniss. Los más desconocidos son Lucas, fundador de la firma Roldau Invest, que gestiona sociedades filiales o participadas, y Melina, futura condesa de Fuenrubia, que ha vivido hasta 2015 fuera de España y domina el inglés, el alemán, y el frances además del catalán y el español.
Estudio Filosofía y Humanidades en la universidad barcelonesa Pompeu Fabra y después se matriculó en la de Tubingen, ubicada en Stugart, Alemania, donde también hizo un master como proyect manager en Munich. Posteriormente se trasladó a Suiza, donde trabajó en Nespresso y en el departamento de comunicación de Nestlé. En 2020 fundó su propia empresa, Rotak Haberes, enfocada en el negocio vitivinícola y colabora con su padre en la fundación Foto Colectania.