Como los púgiles antes de pisar el cuadrilátero, Más Madrid exhibió ayer sus músculos mejor perfilados y soltó ganchos en el primer día de contienda electoral. Amaneció Mónica García, tras la pegada de carteles, con un debate en la radio sobre sanidad pública, su distintivo político, recordando su promesa de contratar a 1.1000 enfermeras para Atención Primaria y afeando a su rival en Sol, Isabel Díaz Ayuso, que la Policía desalojase una protesta sanitaria del arranque de campaña de la presidenta. Pero fue ya en el ventoso cierre de jornada, en el parque de Aluche, donde la fuerza líder de la izquierda decidió ir con todo. «Esta tierra es nuestra, estos barrios son nuestros», proclamó Íñigo Errejón con orgullo desde el Sur, ayer, con ese compromiso «al 100%», como repiten en un mantra de partido, más serenos después de las últimas encuestas, que vuelven a colocarles por encima del PSOE, en sorpasso.
Pudo parecer un acto más de los cerca de 25 que le esperan sólo a García hasta el 28-M, pero el escenario elegido ayer no fue azaroso. Es en el distrito de Latina donde Más Madrid juega uno de sus lances clave: debe apuntalar los resultados del pasado o crecer. Por ello, en el corazón de Aluche, un símbolo del orgullo obrero y de barrio, con una población familiar y migrante, comparecieron ayer la dupla de candidatas madrileñas, García y Rita Maestre, y también el líder de Más País en el Congreso, que no desdeña la primera fila madrileña. Ya por la mañana había visitado la Cañada Real, pues es compromiso prioritario de Más Madrid devolver la luz a las familias que allí viven. Y hoy también estará en Getafe, feudo tradicional del PSOE.
Tampoco faltaron en Aluche Javier Padilla, número dos de García y su peso pesado en Sanidad pública; Carla Antonelli, la quinta en la lista autonómica y referencia en la izquierda nacional y en la lucha LGTBI+, que es el fichaje más destacado, como ex del PSOE y escudera de Yolanda Díaz en la presentación de Sumar; y Félix López-Rey, el segundo de Maestre y un símbolo vecinal por su implicación a pie de calle en Orcasitas, otro barrio, como Aluche, levantado por sus habitantes. El conjunto encarna los acicates para espolear el voto de Latina: con sus 241.672 habitantes, el tercer distrito madrileño más poblado, por detrás de Carabanchel y Fuencarral-El Pardo. Pese a que su primer concejal presidente fue Julián Rebollo (PCE), ocho legislaturas después las acaparó el PP, hasta 2015-19, con Ahora Madrid y su efecto Carmena. Hoy, Cs encabeza la Junta de Distrito, pese a que, en 2019, Latina se sumó a la nómina de ganancias de Más Madrid.
Aunque fue el quinto distrito en la cola de sus resultados municipales. La formación venció entonces en 15 de los 21 distritos. En 10, con mayor porcentaje que en La Latina: Moratalaz (32%), Carabanchel (33%), San Blas (33%), Villaverde (33%), Usera (36%), Vicálvaro (36%), Arganzuela (38%) y las tres del podio, Villa de Vallecas (39%), Puente de Vallecas (40%) y Centro (49%). En Latina, donde alcanzó el 30,92%, Más Madrid aún tendría margen de crecimiento, aunque ya sería sobresaliente si consolida lo que cosechó Manuela Carmena, esos 36.045 votos, la mayoría en Aluche, claro, como capital del distrito.
Apelando a una memoria más lejana, Errejón arrancó recordando ayer a Yolanda González. «Quiero que mis primeras palabras sean para una vecina de este barrio», comenzó, en un gesto de complicidad. Esta vecina de Aluche fue asesinada en febrero de 1980 por miembros del partido de ultraderecha Fuerza Nueva, «por defender a los trabajadores, a los estudiantes, por su militancia», subrayó el diputado sobre la joven cuyo asesinato marcó la identidad de Aluche. Esa a la que Más Madrid trató de conquistar ayer con sanidad, derechos, ecología, dotaciones. «Serán los barrios y la gente trabajadora» quienes deban ganar en la próxima cita con las urnas, frente a «los amigos de Ayuso y las chapuzas de Almeida», desafió. «Es nuestra ciudad y no vamos a renunciar a ella. No se la vamos a regalar a los que privatizan la sanidad, a los que la entregan a las casas de apuestas y a los fondos buitre, a quien tala árboles y siembra cemento, a los que destruyen las oportunidades en los barrios del Sur», clamaron con Mónica García y Rita Maestre al frente.
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