La vicelehendakari Idoia Mendia afronta los últimos meses al frente del Departamento de Trabajo con notables resultados en la evolución del empleo, los deberes legislativos prácticamente cerrados y con las bases fijadas para una racionalización de las acciones públicas de formación e intermediación del empleo en Euskadi. Mendia confía en acabar con el "derroche" de recursos cuando afronta el final de su entente con el lehendakari Iñigo Urkullu sin que quede claro cuál será el futuro de ambos.
Euskadi ha cerrado 2023 con 107.779 parados registrados en los servicios públicos de empleo, lo que supone un 2,72 % menos que el ejercicio anterior, y con un aumento del 1,9 % de los cotizantes a la Seguridad Social para situarse en 1.012.947 cotizantes. Datos que la vicelehendakari Mendia ha subrayado porque "demuestran la fortaleza del empleo en Euskadi, y el incremento de personas que tienen un trabajo protegido, con derechos".
Por territorios, el mejor dato anual corresponde a Gipuzkoa, con una bajada relativa del paro del 3,46 % (1.018 personas menos y 28.419 desempleados), seguida de Bizkaia con el 3,30 % (2.057 parados menos, hasta 60.304) y Álava, donde aumentó ligeramente, un 0,29 % y 56 desempleados más, por lo que acaba el año con 19.056 personas en paro.
La buena evolución cuantitativa de los datos de empleo se ve reforzada por el carácter de las nuevas contrataciones. "La contratación indefinida supone uno de cada cuatro nuevos contratos y suponen el 72,4% de los contratos vigentes, siete puntos por encima de antes de la reforma laboral; esto hace que descienda el número total de contratos que se firman cada mes, pero que de ellos el 25% sean indefinidos", ha detallado Mendia en el análisis de todo 2023, el año que cierra prácticamente su primera legislatura al frente del Departamento de Trabajo.
Un periodo que se cierra con la aprobación de las nuevas leyes que regulan las ayudas sociales, por un lado, y el empleo, por otro. Mendia activó en 2020 la reforma de la reforma de Lanbide que heredó de su predecesora, la consejera Beatriz Artolazabal. Tres años después aún está por ver la eficacia del 'modelo Mendia' que al menos sí ha logrado desactivar la conflictividad laboral en Lanbide con casi un millar de trabajadores.
Mendia confía que los cambios normativos faciliten la racionalización de los recursos públicos destinados a la promoción del empleo. "En un país tan pequeño como Euskadi, donde tenemos los ayuntamientos, las diputaciones, los agentes privados... todos trabajan con muy buena voluntad, derrochan recursos humanos y económicos pero a veces jugamos todos a lo mismo y se generan muchas duplicidades", ha señalado la consejera de Trabajo. La eliminación de "duplicidades" fue uno de los objetivos que el Gobierno de Patxi López ya se marcó entre 2009 y 2012 pero que con la llegada de Iñigo Urkullu al palacio de Ajuria Enea se quedó aparcada.
Mendia ha ratificado en una entrevista en Onda Cero que durante este primer trimestre del año se pondrán en marcha tanto el Consejo Vasco de Políticas Públicas de Empleo como la red vasca de empleo.