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Supervivientes All Stars toma medidas sin precedentes ante "el mayor robo" de la historia

Con nocturnidad, alevosía y pitorreo. Así ha sido el mayor y más grave robo vivido en toda la historia de Supervivientes. Las leyendas de Supervivientes All Stars, arrastrados "por la ansiedad", asaltaron la caseta del equipo técnico y arrasaron con todo lo que allí había. Nunca se había vivido algo así y nunca se habían aplicado tales consecuencias

Supervivientes All Stars
Jorge Javier Vázquez, anoche en Supervivientes All Stars: En Tierra de Nadie.MEDIASET
Actualizado

"Un robo sin precedentes", unas "consecuencias históricas", a la altura de lo sucedido en Supervivientes All Stars. Este lunes por la tarde, Telecinco comunicaba que en el programa había sucedido un hecho gravísimo nunca antes vivido en el reality en ninguna de sus ediciones. No engañaba. Los concursantes de Supervivientes All Stars, todos y cada uno de ellos, habían asaltado 12 horas antes de la emisión de Supervivientes All Stars: En Tierra de Nadie, la caseta del equipo técnico del programa llevándose todo lo que encontraron de comida a su paso. Robos se han vivido muchos, pero con las formas y la osadía de este, nunca.

Era Laura Madrueño la que al arrancar el programa de anoche avisaba de que de manera excepcional se abría la palapa tras lo ocurrido en las últimas horas. Era Jorge Javier Vázquez el que desde plató anunciaba a los familiares y a los espectadores que las consecuencias de los actos de los supervivientes iban a ser de las más duras que se habían tomado en Supervivientes. Tampoco mentía. Supervivientes All Stars ha abandonado por completo a su suerte a los supervivientes. Les ha dejado con lo mismo con lo que llegaron, con nada. La razón, un robo histórico que Supervivientes All Stars, más que por el robo en sí y por llevarse comida y comérsela, se lo ha tomado como una falta de respeto al equipo de reality.

Las palabras de Laura Madrueño segundos antes de abandonar la palapa para ir a descubrir su castigo no pudieron ser más claras: "Lo que habéis hecho es una falta de respeto total al equipo. Sabéis que hay más de 150 personas que llevamos trabajando desde enero por y para el programa, para cada uno de vosotros. Y vosotros, como leyendas que habéis estado aquí haciendo vuestro concurso entre 3 o 4 meses, y ahora no lleváis prácticamente ni un mes. No sois ejemplo de supervivencia".

Supervivientes All Stars: En Tierra de Nadie se desarrollaba de forma habitual, pero con la advertencia del programa de que el hecho que había ocurrido horas antes no solo era muy grave sino que iba a tener consecuencias peores. Los concursantes realizaban su habitual prueba de recompensa, comían un menú turco, pasaban por el oráculo de Poseidón para que los nominados recabasen sus apoyos, se montaba la de Dios es Cristo entre Marta Peñate y Sofía Suescun (sí, otra vez) con Jorge Pérez y su "tentación" de fondo, se celebraba la ceremonia de salvación, Alejandro Nieto era sorprendentemente el salvado por la audiencia; y llegaba el momento de entrar en el purgatorio, en la palapa.

"Esta situación es algo nunca visto porque, no solo han entrado todos a robar, si no que lo han hecho con premeditación, siendo plenamente conscientes de que estaban siendo grabados. Infringiendo por completo las principales normas de Supervivientes", advirtió Laura Madrueño.

El purgatorio de Supervivientes All Stars

Los supervivientes sabían desde el primer momento en que les avisó Laura Madrueño de la apertura de la palapa por qué se abría y qué iba a suceder. Ninguno de ellos (tampoco podían negarlo) tiraba balones fuera porque todos eran conscientes de lo que habían hecho. Fueron conscientes incluso mientras lo estaban haciendo. La noche anterior a Supervivientes All Stars: En Tierra de Nadie se desató una fuerte tormenta, una más, pues llevan ya varias semanas sufriendo las terribles del tiempo. Cansados de lluvia, hasta las narices de pasar hambre, agotados por los problemas de convivencia cada vez peores, deciden entre todos entrar en la caseta del equipo técnico, la cual está a pocos metros de donde ellos están situados, y robar todo lo que encuentren.

Para entender la facilidad del robo, cómo les grabaron, por qué no les dijeron nada, por qué todo les dio igual, hay que saber que el equipo de Supervivientes graba 24 horas al día a los concursantes cuando están en la playa. Hay dos turno, uno de mañana y otro de tarde, compuestos por un cámara y un redactor en cada uno de ellos. No pueden ni tienen ningún tipo de contacto con los supervivientes. El redactor se encarga de minutar todo lo que ocurre durante su turno, el cámara lo graba todo y no influyen en absolutamente nada de lo que hacen ni dicen los concursantes.

Se tratan de turnos de 12 horas. Por ejemplo, el de la noche comienza a las 6 de la tarde y termina a las 6 de la mañana del día siguiente cuando una barca trae al equipo de mañana y se lleva al de noche. Obviamente, durante esas 12 horas el equipo tiene que comer, tiene que beber, tiene que hacer sus necesidades, tiene que cambiar las baterías de la cámara y por eso hay una caseta completamente cubierta por hojas de palmera donde tienen todo lo que necesitan. No es solo comida o bebida, es ropa para cambiarse, otra cámara por si se estropea la que está usando, y algunas pertenencias personales.

Los supervivientes lo saben, pero también lo huelen. Lo explicó anoche Alejandro Nieto, la falta de comida hace que a los supervivientes se les active el sentido del olfato. Lo huelen todo a mucha más distancia de lo habitual y, por tanto, huelen la comida que el equipo guarda en dicho habitáculo. Los robos al equipo técnico no son nada nuevo. En varias ediciones se ha visto a concursantes entrar, abrir una de las neveras portátiles y coger un zumo, un trozo de chocolate o lo primero que pillaran. En todas, cuando se ha producido, han intentado que no se les pillara, algo prácticamente imposible, pero al menos intentaban no hacerlo de manera descarada. Esta vez, todo les dio igual.

Todos y cada uno de los supervivientes acordaron llevar a cabo el robo y, aunque Bosco y Sofía Suescun, eran los más reticentes y los más temerosos, todos participaron. Unos robando y comiendo, otros solo comiendo y otros animando y comiendo. Las imágenes no dejan lugar a dudas. Marta Peñate y Lola entran en la caseta, abren las neveras y las bolsas y arrasan con todo. Varios tuppers, ketchup, otro tipo de salsa, bizcocho... No dejaron absolutamente nada. Es verdad, que ya que te pones y robas, pues lo robas todo, si no, sería de tontos. Y, mientras, la cámara grabándolo todo, viéndolo todo, escuchándolo todo. Risas, pitorreo, cachondeo... No se dejaron nada sin hacer. Y, por supuesto, conscientes en todo momento que iba a haber un castigo. Lo que no se esperaban era ni el castigo ni recibir el rapapolvo que recibieron. Ahora, también te digo, cuando te estás cagando de hambre que te echen la bronca por descojonarte mientras robas, o bien te da exactamente igual, o bien, es el menor de tus problemas.

Las explicaciones fueron las esperadas. Sí, robamos; sí, lo hicimos porque teníamos mucha hambre; olimos la comida y no pudimos con la ansiedad que nos provocó; llevábamos días muy mal en convivencia y esto nos unió a todos; no podemos justificarlo... Pero no era el robo en sí, ni haberse puesto ciegos, pese a que se suponen que son las leyendas de Supervivientes, fue la manera en que lo hicieron, sin vergüenza, sin ningún tipo de reparo, demostrando "una falta de respeto" increíble hacia el equipo. Ahora, pongámonos en su lugar, ¿tú qué hubieras hecho?

Sin absolutamente nada en Supervivientes All Stars

Hay que tener en cuenta que Supervivientes All Stars no está siendo un Supervivientes normal. Por ser leyendas llegaron al reality y no tenían absolutamente nada de dotación. Si querían comer tenían que pescar o buscar cocos, si no lo hacían no comían. Poco después, viendo el decaimiento que tenían, Supervivientes All Stars dejó en manos de la audiencia la decisión de darles o no dotación. La audiencia se lo dio, pero aún así los que se supone que son leyendas no son capaces de adaptarse de nuevo a un concurso que ya vivieron. Tal vez, precisamente por eso, porque saben lo que es y los mecanismos de defensa de la mente buscan protegerse de lo que es malo y ya se conoce.

Pidieron disculpas, reconocieron lo ocurrido, se explicaron, pero nada evitó que Jorge Javier Vázquez, Laura Madrueño y la dirección de Supervivientes All Stars les sacase los colores y les dejase sin absolutamente nada.

"Viendo las imágenes es mucho más grave de lo que podéis pensar porque estáis desvirtuando la esencia del programa. Tenéis una responsabilidad. El solventar este tipo de situaciones también es el hambre y limar los problemas de convivencia. No solo incumplistéis las normas, además dejásteis sin comida al equipo. Este pasar por encima de todo y de todos no lo había visto nunca", les advirtió Jorge Javier Vázquez nada más arrancar la penitencia.

El presentador continuó: "Lo que habéis hecho es intolerable. La premeditación, el robo organizado, vuestro descaro delante de las cámaras. Habéis demostrado una falta de respeto ante el concurso y el equipo de programa. Por eso esto tendrá serias consecuencias que descubriréis cuando lleguéis a playa Leyenda".

Las consecuencias: "La nada más absoluta". Cuando se bajaron de la barca ya en playa Leyenda pudieron comprobar que no lo que les había avisado Jorge Javier Vázquez, no era ninguna exageración. No tienen nada de nada más que sedal, un azuelo, unas gafas de buceo y un machete. Supervivientes All Stars les ha quitado la lona para protegerse de la lluvia, la dotación de arroz y lentejas, les ha apagado el fuego echando agua en la única zona donde pueden hacer fuego, no tienen cocos, no tienen nada de nada.

El más absoluto de los abandonos y el mayor de los castigos. Hubiera sido preferible que les nominasen a todos o que les colgaran de la prueba del duelo a sol y les dejaran allí 24 horas. Si se hizo duro las dos primeras semanas, imagina ahora un mes después. Los actos tienen consecuencias, pero hay consecuencias más duras que los actos.