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La victoria de Gervi sobre Gervasio Deferr: "Hubo momentos en que quería que acabase todo: dormir y no despertar más"

En febrero de 2022, el atleta concedió una impactante entrevista con motivo de la publicación de su autobiografía. Alcohol, adicciones, una caída a los infiernos, la esperanza... En ese momento Atresplayer comenzó un largo camino que culminará el próximo mes de abril con el inicio del rodaje de El gran salto, la serie sobre la vida del ex gimnasta al que dará vida Óscar Casas

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"Yo ya no soy Gervasio Deferr, soy Gervi y quiero contar mi historia". Ni más ni menos. Toda una declaración de intenciones la del ex gimnasta cuando se le pregunta por El gran salto, la nueva serie de Atresplayer que a partir de abril comenzará a rodar en Barcelona Óscar Casas, alter ego de Gervasio y de Gervi en la pantalla.

"La mayoría de la gente sólo sabe de mí que gané dos oros y una plata olímpicas en gimnasia y que me quitaron una medalla mundial por un porro, pero muy pocos saben el precio que pagué por la gloria y todo lo que sufrí antes y después de mi retirada". Lo contó en su libro, del mismo nombre que la serie; se lo contó a Jordi Évole en una entrevista en que impactó a toda la sociedad y fue entonces cuando Atresmedia y Diagonal (Banijay Iberia), que ya han colaboradora en grandes éxitos como La Novia Gitana o La Catedral del Mar, se pusieron manos a la obra para convertir en serie la historia -la dura historia- de Gervasio Deferr, la historia -la esperanzadora historia- de Gervi.

Óscar Casas y Gervi sólo se han visto una vez hace poco más de dos semanas. Ahora se reencuentran en exclusiva para EL MUNDO y lo primero que hacen es ponerse a hacer ejercicios de flexibilidad.

-¿Cómo van los entrenos?

-Ahí estamos. Vamos bien, poco a poco, pero muy bien.

-Estás en las mejores manos, pero ya sabes que cualquier cosa que necesites, me dices.

Vuelven a doblarse a ver cuál de los dos consigue tocarse la punta de los dedos sin doblar ni un milímetro las piernas.

En medio de la escena, un operario de unas obras saca su móvil. Es Gervasio Deferr, el gimnasta que se colgó dos medallas de oro y una de plata. Las ha traído consigo, en su mochila, envueltas con todo el mimo del mundo: "Si no las guardo con cuidado se rallan"-.

-¿Quiere hacerse una foto con ellas?

-Ojalá.

-Venga aquí. Yo se la hago.

...Y la hace.

"Estas medallas las gané yo, pero las gané para todos", dice Gervi. Resulta curioso, las ganó él, las ganó para todos, pero sólo él sabe el alto precio que pagó por ellas. Por eso cuando hace más de dos años atresplayer (la plataforma de Atresmedia) le propuso llevar a la pequeña pantalla su historia Gervasio Deferr no lo dudó ni un segundo. Necesita que se escuche, que se sepa y que se entienda su historia.

Pregunta. ¿Qué te llevó a decir que sí?

Gervasio Deferr. Mira, cuando yo consigo pasar los peores momentos de mi vida, que fueron cuatro o cinco años después de retirarme -se retiró en 2011-, que ya tocaba fondo y me ingreso en un centro de rehabilitación, hago un trabajo personal, primero de entender qué era lo que pasaba a mi alrededor o en ni mente. A partir de ahí, y una vez entendido, trabajé en solucionar y arreglar las carencias, las dudas y los miedos que me estaban asolando. Desde 2011 hasta 2017 trato de sacar la cabeza y me voy ahogando al no saber gestionar esos vacíos y esos momentos de no tener un objetivo. Cuando consigo poner todo eso en orden es cuando digo: 'Ya estoy listo para salir'. Ahí me doy cuenta de que soy capaz de mantener una vida relativamente normal sin sentir el vacío de ser campeón. Y es cuando pienso que habrá muchísima gente que habrá pasado por cosas similares a las mías y que no todos tienen la oportunidad de alzar la voz y que se les escuece. Yo quería contar mi historia. Todo sigue siendo una cura para mí. Seguir recordando todo el tiempo lo que me pasó me ayuda a no volver a ello.

"Cuando superas una una situación tan complicada y has sido un personaje público se tiene que saber para que no pase lo que les pasó a Blanca Fernández Ochoa, a Jesús Rollán o a Yago Lamela"

Gervasio Deferr

Gervi sabe que su historia es "muy dura", pero que es una historia "real", e insiste, "con una final feliz", o más bien, "trabajando para que sea un final feliz". Porque Gervi no baja la guardia: "Ahí es donde está peligro, en la relajación". "Cuando superas una una situación tan complicada", confiesa, "y has sido un personaje público se tiene que saber para que no ocurra lo que a Blanca Fernández Ochoa, a Jesús Rollán o a Yago Lamela". Deportistas de élite, ganadores, personajes "super importantes para la sociedad, para todos nosotros, y a los que nos supimos ayudar".

Frente a él, Óscar Casas, el actor elegido para dar vida a Gervasio Deferr y sobre el que, como dice Gervi, "recae ahora toda la responsabilidad". Óscar, que confiesa "estar cagado", lo repite una y otra vez mientras mira a Gervi, pero tiene muy claro cómo está afrontando y va a afrontar el que seguramente sea "el papel de su vida": "Yo no quiero imitar a Gervasio Deferr, yo quiero ser Gervasio Deferr, quiero ser Gervi (...) Él es mi vida y por eso tengo que hacerlo con el mayor respeto del mundo. Por él y por todos los Gervis. Lo que menos quiero es imitar a Gervasio, quiero ser Gervasio".

Óscar, que ha ido labrándose una sólida trayectoria, afronta este proyecto sabedor que quizá signifique un hito en su carrera de actor. Por eso se ha empapado de la vida del ex gimnasta, se ha metido en la vida del ex gimnasta: escucha su música, come lo que él comía cuando competía, se somete a horas y horas de gimnasio y de formación para ser incluso él mismo el que haga todo los prodigios que hacía Gervasio delante de un potro o en el suelo. Incluso ha dejado el alcohol, lo ha dejado para siempre: "He dejado de beber alcohol por él y por su historia para valorarlo, para apreciarlo y para entenderlo ".

La serie está narrada en dos líneas temporales. En la línea del "presente" se aborda toda su caída a los infiernos, adicciones, miedos... En la del pasado se repasa sus inicios como gimnasta, sus participaciones en cada olimpiada, los éxitos, la gloria... Porque para entender el "presente" hay que saber el pasado.

"Para mí lo peor del éxito es la exposición porque te quita la libertad. Te conviertes en el enemigo público número si haces algo que no es políticamente correcto"

Óscar Casas, actor

Pregunta. ¿Qué es lo malo y lo bueno del éxito?

Gervasio Deferr. Tiene muchas cosas malas y muchas cosas buenas. Lo bueno es el reconocimiento público, y también lo económico. Pero también aumenta la presión, la responsabilidad. De repente, eres un personaje público y lo eres cuando ganas, pero también cuando estás de fiesta, y cuando lo estás haciendo mal. Cuando yo subo al podio de Sydney me acuerdo de todo lo que he pasado y me digo: 'Valió la pena, misión cumplida'. Pero luego vuelves a casa y toca aguantar que no puedas ir por la calle y estar tranquilo porque la gente, los periodistas, todo el mundo cualquier cosa que hagas la van a magnificar. Para mí estar todo el día en la calle siendo Gervasio Deferr, me agotaba. Me cansaba el tener que estar poniendo buena cara a todo el mundo todo el rato. Y todo, a cambio de ganar. Mi único objetivo entonces era ganar y pensaba que sólo eso me iba a hacer feliz, pero no era así.

Óscar Casas. Para mí, lo peor del éxito es la exposición porque te quita la libertad. Para un ser humano la libertad es lo más importante que hay. Te conviertes en el enemigo público número si haces algo que no es políticamente correcto. Llevas una diana constante. Se agrava cualquier tipo de cosa cotidiana. Y como dice Gervi, eso al final pasa factura.

Pregunta. ¿Estáis preparados para la repercusión que va a tener la serie?

Gervasio Deferr. Ahora que he recibido ya varias collejas de la vida y me he sabido reponer, creo que voy a poder disfrutar de verdad del momento sin tener agobiarme porque ahora no soy Gervasio Deferr, soy Gerni contando esa historia y ahora el que va a tener esa repercusión es Óscar. Ahora no soy el protagonista.

Óscar Casas. La presión para mí no tiene cabida hoy por hoy. Para mí lo importante ahora mismo es que Gervi se sienta identificado, que se vea en la historia, que le remueva, que sienta a través de mis ojos o de lo que yo vea y sienta.

Pregunta. ¿Qué creéis que va a impactar más al espectador?

Gervasio Deferr. Que gané tres medallas Olímpicas lo sabe ya todo el mundo, pero nadie sabe lo que pasó en los últimos diez años. Ahí es donde está la máxima oscuridad. Esa incertidumbre, esos comentarios, esos susurros que yo oía cuando pasaba entre la gente... Básicamente, lo malo, lo que no se sabe, lo que se sospecha pero nadie lo sabe de verdad. Habrá gente que ni se imagina por lo que pasé o lo que viví. Eso es lo que va a llegar a la gente, el ver ese pozo profundo y como poquito a poco salimos de ahí.

Óscar Casas. Creo que lo que más va a impactar es ver cómo de repente ponen a un ser humano dentro de ese mundo (JJOO) y ver cómo lo vive ese ser humano. Lo que más va a interesar son esas sombras, todo lo que pasa detrás de las luces y de los brillos. La gente ve un salto perfecto, pero no ve la oscuridad que hay detrás.

Pregunta. Pero, al final, es también una historia de esperanza...

Gervasio Deferr. Sí, mi vida es una historia de esperanza porque si no hubiera esperanza hubiese seguido el camino de Jesús Rollán, de Yago Lamela o de Blanca Fernández Ochoa. Pero no, estoy aquí, lo puedo contar, con ganas de vivir y con objetivos en la vida, otro tipo de objetivos, pero objetivos al fin y al cabo. Si lo cuento es para contar que se puede salir, que se puede caer a lo más profundo y con paciencia, entendimiento y ayuda se sale. Se sale de todo menos de la muerte y yo he estado muchas veces a punto de morir. En Río casi me pegan un tiro. Por muy sano que yo estuviese, por muy bien que intentase hacer las cosas, si ese cabrón que me puso la pistola en la cabeza dispara, me mata. Y no sé si me lo busqué yo o si me pasó sin más, pero lo tuve que vivir, asumir y asimilar. Luego, con el alcohol. Hubo momentos en los que pensaba que me iba a reventar el cuerpo por dentro y me daba igual. Era como 'venga, va, por fin, que se acabe todo ya. Yo no me iba a pegar un tiro, pero que se apagase la luz. Me voy a dormir, no despertar y ya está. Hace mucho que no pienso nada así, pero por momento creí que era lo mejor que me podía pasar para que pasase todo ese sufrimiento. Creo que es ahí donde la gente va a conectar, en ese viaje humano real.

"Hubo momentos en los que pensaba que me iba a reventar el cuerpo por dentro y me daba igual. Yo no me iba a pegar un tiro, pero que se apagase la luz"

Gervasio Deferr

Pregunta. ¿Ahora eres feliz?

Gervasio Deferr. ¡Claro! Es que ahor tengo dos sobrinas que no tenía y que ahora muero por ellas. Estoy enamorado, volcado y echado encima de mis sobrinas, de mi hermano, de mi familia, de La Mina, el gimnasio donde entreno a niños y les enseño a evolucionar como gimnastas, pero también como personitas. Yo ya no quiero volver a ganar, ya no quiero volver a perder. Quiero estar tranquilo, que ya muchas victorias y muchas derrotas he pasado en esta vida. Lo de competir se acabó. Ahora toca vivir y sin hacer daño a nadie. Ser feliz.

Pregunta. ¿Les pondrás la serie a tus niños?

Gervasio Deferr. Cuando saqué el libro les dije a los padres que lo leyeran y decidiesen ellos cuándo era el momento correcto para que mis chicos lo leyeran, pero que se lo tenían que leer para entender con quién estaban cada día, con quién trabajaban, quién es su entrenador, quién he sido yo. Creo que es importante que vean la serie, que sepan que el éxito no solo tiene cosas positivas, que tiene una parte negativa y que si no la sabes manejar puede acabar contigo. Que yo para ganar tres veces tuve que perder 40.000 y que tienes que entender la derrota para disfrutar de la victoria. Porque una victoria no es quedar el primero, yo ya no quiero ser el primero. Me conformo y quiero ser uno más. Esta historia la tiene que conocer todo el mundo.

Pregunta. Y a ti, Óscar, ¿qué te está enseñando está historia?

Óscar Casas. Esta pregunta mejor me la haces el día del estreno.