Drama al salir de la peluquería: cómo evitar un mal corte de pelo (o color)... y cómo arreglarlo, palabra de peluquero

Si nunca has soltado una lagrimita al salir de una peluquería después de un corte de pelo que no te ha quedado como tú esperabas o con un rubio que tú imaginabas trigueño y tira a rojo, enhorabuena, porque es un drama que, a veces, pasa. Que se lo digan a Frenchy de Grease, que se vio obligada a ocultar bajo un pañuelo un tono rosa chicle indeseado resultado de experimentar sobre su propia cabeza los conocimientos adquiridos como peluquera debutante. O a Monica Geller en Friends, cuando Phoebe le corta el pelo como a Dudley Moore en lugar de como a Demi Moore.

Si bien es cierto que el arte peluqueril ha avanzado mucho en las últimas décadas, y hoy el diagnóstico y la personalización que están a la orden del día facilitan que los errores sean escasos, las miles de opciones y nombres en cortes, colores y servicios varios pueden ampliar el margen de error. Porque errar es humano y, a veces, ocurre. Para evitar dramas capilares, y a arreglarlos, consultamos a dos peluqueros versados en la materia.

Claves del fracaso, o del éxito, de un corte de pelo (o color)

Igual que si uno no quiere, dos no pelean, si no existe una comunicación fluida entre peluquero y cliente, la cosa puede acabar en llanto. Es por eso que para los expertos consultados, el primer paso para salir con una sonrisa de la peluquería es la comunicación entre las dos partes. "Lo más importante sin duda es el diagnóstico, escuchar al cliente para captar todos los detalles y que haya una conversación fluida, sincera y realista entre cliente y profesional; es imprescindible que exista un punto de entendimiento entre ambas partes", asevera Juandiegoteo,hair designer y embajador de Redken.

María Baras, directora creativa de Cheska, coincide al 100 por 100 con esta afirmación. Para ello, y aunque el tiempo no sobre, es fundamental el ratito dedicado a la consulta, donde los peluqueros tiene que poner de su parte para interpretar lo que cada cliente quiere: "Hay que observar el pelo que tienes delante, la textura, por supuesto, pero también hay que fijarse en el lenguaje no verbal, cómo se toca el cliente el pelo, preguntarle si se peina o no, qué look le gusta, si es de pelo liso igual no quiere salir de su pelo liso..."

Pero el cliente también tiene que poner de su parte y acudir a la peluquería con su pelo real. "Mi consejo para quienes se quieran hacer un cambio y estén muy confundidos es que vayas a la cita con el look que normalmente llevas: si tú llevas tu pelo rizado, tu rizo; si te lo peinas con flequillo, con tu flequillo. ¿Por qué vas a una peluquería a que te conozcan con una coleta o con un moñito del gimnasio?", opina Baras.

Tanto a Juandiegoteo como a María Baras no les parece mal que los clientes lleven una foto de referencia, "para saber lo que les gusta y lo que no", señala el primero. Eso sí, hay que ser realista, para Baras tienes que llevar una imagen de alguien que tenga tu tipo de textura, pelo y el rollo que llevas. Y, sobre todo, para que no haya confusiones entre Dudley y Demi Moore, por ejemplo.

Otra recomendación para el éxito de un corte de María Baras es que vayas a una peluquería que te convenza. Hoy, con las redes sociales a tope, se pueden ver los trabajos de cada profesional. Si en el perfil no has visto nada que te guste, nada que vaya con tu estilo... elige otra.

También existe un componente psicológico, aunque los malos cortes existen, claro que sí, según Baras a la hora de que un estilo triunfe o fracase y es que la persona esté preparada para el cambio. "A mí me ha costado años de experiencia leer entre líneas, a veces me he equivocado, he pensado que alguien estaba preparada para un flequillo, por ejemplo, que es algo muy común entre los peluqueros, y luego le ha dado un shock". La peluquera cree que en el cambio capilar tiene que haber "un punto de arriesgarse y de vivirlo con emoción, con alegría y con positividad; si vas cohibido, angustiado, pues yo creo que no vas a triunfar".

Cómo dar con el buen corte de pelo

Consideraciones previas hechas, el propio corte de pelo podrá dar mejor o peor resultado según muchos factores, como "las tendencias, la forma del rostro, el tipo de cabello, si está estropeado o sano, y el lifestyle de cada clienta", señala Juandiegoteo.

Para el experto, es fundamental realizar un estudio y análisis del rostro "para elegir cortes que equilibren las proporciones con tus facciones, el tipo de cabello, textura y cuerpo del mismo; hoy en día hay aplicaciones con IA que nos ayudan con el resultado". Y no todo tiene que ser un cambio radical, hay cortes muy versátiles y fáciles de peinar que pueden hacer que te veas diferente sin rozar la radicalidad: hacer alguna capa o desfilado o, por ejemplo, un flequillo mariposa. "También tenemos la opción del color, con el que podemos añadir algunos puntos de luz que aporten reflejos al peinado", sentencia el experto.

En términos muy generales, para Juandiegoteo, estos son los cortes que favorecen según el tipo de rostro:

• Rostros ovalados: a esta forma de rostro le favorece cualquier estilo: bob, pixie, a capas...
• Rostros redondos y cuadrados: cortes con capas largas y flequillos desfilados.
• Rostros alargados: cortes con más peso en puntas y más volumen en los laterales.

Según el tipo de cabello:

• Cabellos finos: los cortos que aportan volumen suelen favorecer mucho, como los pixies, los bobs o las capas suaves para portar volumen.
• Cabellos ondulados o rizados, cortes que destaquen y definan la propia onda del cabello.
• Cabellos gruesos: melenas texturizadas

Aun así, y aunque seas una profesional exhaustiva como María Baras que en la consulta observa el pelo en seco, en mojado, y lo mismo durante el corte, y descargues, y corrijas y capees, shit happens a veces. Como un remolino atómico que has visto pero contra el que decides luchar al cortar un flequillo, jugando un poco al riesgo de a ver qué pasa.. y ha pasado.

Por eso para la peluquera es importante ir poco a poco, "ver cómo va fluyendo el corte e ir viendo... ¡Oye, más corto! ¡No, que me lo veo muy corto! Pues fenomenal, lo voy dejando así, largo, pero lo voy trabajando, texturizando...".

¿Necesita asentarse y digerirse un corte de pelo?

Seguro que has estado en esa pantalla tú también, justo después de hacerte un corte de pelo e incluso al lavártelo y peinártelo por primera vez en casa, no te queda tan bien como unos días después, cuando, ¡por fin!, sientes que ese sí es tu pelo.

Aunque María Baras cree que sí debes salir ya contenta, la primera impresión también debe ser buena, es probable que sí, necesites lavártelo en casa, despeinártelo tú, y dar un tiempo para adaptar el corte a tu estilo. "A mí me gustan más los cortes a los 15 días", cuenta.

Así que puede que si sales descontenta de la peluquería, el tiempo (no mucho) sea la primera solución. Lo confirma Juandiegoteo: "Hay ocasiones en las que el pelo necesita un mínimo de tiempo para que se asiente a la nueva forma y estructura del nuevo corte, o vaya cogiendo forma, pasaría como con el color. Entre risas, pongo un refrán de toda la vida: Burro mal esquilado, a los quince días igualado".

El componente psicológico de la novedad aquí también cuenta. "Hay veces que mis clientes me han dicho al principio se veían rarísimos pero luego ya se han ido acostumbrando", comparte Baras.

Soluciones de emergencia para dramas capilares

Por lo pronto, si un corte o color no te gusta, para María Baras lo fundamental es decírselo a quien te lo haya hecho, nunca callarte, porque hay cosas que tienen remedio.Por ejemplo, en el color: "¡Ay, pues me lo veo muy ceniza! Pues vamos a dar un baño, claro". Lo mismo con esos rubios que pueden necesitar matizaciones para evitar caer en rojizos...

"Si en casa no te ves bien, vuelve a la peluquería y dale otra oportunidad. Igual se necesita un poco más de cantidad en un flequillo, un poco menos u otra forma. O si te ves mucho volumen, descargarlo de nuevo. Se pueden hacer muchas, muchas cosas. También con el acabado de un corte. Hay quien lo ve muy radical, muy duro, pues se puede retocar con un acabado suave encima y ¡jolín!, te cambia todo. O sugerir nuevas formas de peinar, con un poco de gel, un poco de cera. Hay soluciones para los problemas", detalla la peluquera.

Entre los más comunes, ¿qué se puede hacer si el corte ha quedado muy corto?

María Baras es partidaria de darle un toquecito final extra que marque la diferencia. A ella le pasa con clientes habituales que se han cortado en otra peluquería. Ella les añade un toquecito... y listo. Y es que parece que el sello personal de cada profesional hace mucho.

Juandiegoteo ofrece solución de styling, "lo más fácil y sencillo es aplicar un gel fijador y crear un efecto wet".

¿Qué hacemos con... un flequillo demasiado corto? Esto es complicado, y cortar más puede ser peor, así que Baras recomienda un poquito de paciencia hasta que crezca, o jugar a peinarlo abierto, con algo de gel... Juandiegoteo aporta un truco extra: "Ayúdate con el calor del secador o alguna horquilla".

Se llevan mucho las capas, pero muchas y muy cortas pueden ser un drama..."Acomódalas con el secador y aplánalas lo máximo posible", nos chiva Juandiegoteo. A nivel corte, Baras propone en este caso, que se suele notar más en las melenas muy lisas (y que igual no se notaba tanto al salir de la peluquería si se ha peinado con indas), suavizarlas integrándolas más en el corte.

Si por el contrario tu corte lo que te hace es mayor, que suele con los cortes demasiado desaliñados y muy desgreñados o los que no tiene un estilo definido, como explica Juandiegoteo, la solución pasa por valorar opciones diferentes de peinarlos más pegados, con menos volumen, jugando con rayas al medio, como sugiere María Baras.

Si nada de esto funcionara, siempre nos quedará el pañuelo rojo de Frenchy, que por suerte se llevan los pañuelos...