Son tiempos muy diferentes en el Valencia, lejos de aquellos en los que cualquier jugador nacional y extranjero aspiraba entre sus objetivos futuros, �por qu� no?, a recalar en el club de Mestalla. Las modas van por �pocas y la que le toca experimentar ahora a la entidad de Mestalla, guste o no, es la de tratar de enderezar un proyecto a�n sin asentar, donde un a�o accedes a la Champions en la �ltima jornada con todo el equipo remodelado con Nuno al mando y al otro se convierte en un equipo experimento, desconocido, con un nobel como Gary Neville desbordado. Hoy por hoy, el Valencia no seduce a los futbolistas con cartel y ya no es que no quieran fichar, es que algunos de los que est�n, como Parejo, hasta hace bien poco suspiraba por cambiar de aires. No es el �nico. Javi Fuego, aunque en silencio, tambi�n suspiraba por el contrato de su vida y, a sus 32 a�os, le abrieron la puerta finalmente para irse al Espanyol.
Con esta tarjeta tan poco atractiva, quien termin� de salvar al Valencia del hundimiento, Pako Ayestar�n, afronta esta temporada dos grandes retos estrechamente vinculados. El m�s importante es ganarse la confianza del equipo y, por extensi�n, la de la afici�n. Con menores bazas, presupuesto y calidad en el equipo que el resto de adversarios directos, el t�cnico vasco podr�a subir a los altares si es capaz de situar al Valencia en el vag�n de los mejores. Si lo consigue, el siguiente desaf�o llegar� solo, que es ponerse en la parrilla de entrenadores que con poco y limitados recursos lograron mucho. Ben�tez s�lo hay uno, pero vaya usted a saber.
En la que ser� su primera temporada desde el inicio de curso al frente de un grande como primer espada en el banquillo, Ayestar�n contar� a su favor con factores que deber� explotar. No tiene mucho d�nde elegir, pero en su amplio elenco de jugadores cuenta con pilares que se antojan cruciales para que este nuevo Valencia se� gane el respeto y la credibilidad deportiva perdida en los �ltimos a�os.
Se sigue echando en falta en el equipo un Ca�izares, un Ayala o un Albelda, aunque existen efectivos, en crecimiento, pero muy v�lidos. Hay jugadores a�n enbarbecho para ese cometido y que poco a poco han ido aparcando su biso�ez para asumir galones de forma innata como Alc�cer. Incorporar a un valenciano ya talludito como Albiol ser�a una gran noticia para el Valencia, tanto por su experiencia como por la ascendencia que puede tener en el vestuario. Cuanto m�s piezas que para velen por la armon�a y el buen rollo, mejor.�
En ese grupo de futbolistas con oficio y veteran�a incluimos a Nani. El fichaje de nuevo cu�o ofrece toda la pinta -esperemos no equivocarnos- de traer consigo un gen necesario para la plantilla. No es que carezca de �l, pero s� se echa en falta en determinados jugadores. Nani es temperamental, tiene raza, ambici�n, es incoformista y a sus virtudes une la polivalencia en el campo para amenazar desde el medio campo al ataque en diferentes frentes.
Nani es un reci�n llegado, aunque su fichaje se ha traducido en un soplo de aire fresco y una inyecci�n de garra para un equipo con muchos imberbes. No hay nada mejor que contar con un bloque comprometido. El que no quiera estar, mejor que se largue. Y como no hay m�s remedio que vender para cuadrar el l�mite del Fair Play Financiero, ya tardan en hacer caja con jugadores como Mustafi, pretendido por el Arsenal, dispuesto a pagar cerca de 35 millones, o Diego Alves, en la �rbita del Barcelona, y Abdennour, un central sobrevalorado por el que pagaron 25 millones y que ni con calzador logran encontrar un destino. El Everton podr�a ser su destino.
El Valencia arranca la competici�n oficial el pr�ximo 22 de agosto ante Las Palmas y Mestalla, a su manera, se pronunciar�. Lo hizo previamente el s�bado en la presentaci�n, pero a ese acto no suele acudir tradicionalmente el grueso de los abonados del club. Medr�n, Nani, Montoya o el canterano Lato, otro prometedor lateral izquierdo de la prol�fica Academia, han sido algunos de los jugadores que han generado apuntes interesantes en una pretemporada que concluy� el s�bado frente a la Fiorentina. Dentro de unos d�as empieza lo bueno, el fuego real para un Valencia que hoy por hoy, a falta de rematar su proyecto, es una aut�ntica moneda al aire.