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El Gobierno obligará a pagar IRPF por primera vez a más de medio millón de trabajadores que cobran el salario mínimo

540.000 contribuyentes tendrán que tributar si Hacienda evita adaptar el impuesto a la subida

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.Bernardo Díaz
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El Gobierno va a obligar a pagar IRPF por primera vez a más de medio millón de trabajadores que hasta ahora estaban exentos de tributar en este impuesto por cobrar el salario mínimo. La decisión que previsiblemente va a tomar Hacienda de no elevar el mínimo exento para adaptarlo a la subida del SMI en 2025 aboca al 20% de los perceptores de este sueldo base a pagar impuestos.

Según los cálculos que maneja el Ejecutivo, a los que ha tenido acceso ELMUNDO, de los 2,7 millones de contribuyentes con rentas salariales por debajo del SMI, unos 2,16 millones quedarán libres del pago del IRPF aunque no se eleve el mínimo exento en 2025, mientras a los 540.000 restantes la declaración de la renta les saldrá a pagar.

Así lo recoge, de hecho, el informe que la comisión asesora del SMI acaba de entregar a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el que ha participado el director adjunto del gabinete de la vicepresidenta María Jesús Montero, César Veloso. En el texto, consultado por este medio, los expertos dan por hecho que "tras el incremento correspondiente a 2025, el nuevo SMI sería objeto de retención". Si bien estiman que "el 80% de los perceptores del SMI en 2025 no sería objeto de retención por sus circunstancias personales".

En un apéndice elaborado por los técnicos de Hacienda, según fuentes conocedoras de los trabajos que ha venido desarrollando este comité en las últimas semanas, los expertos exponen los cálculos que han llevado a cabo para establecer las retenciones por IRPF correspondientes al SMI y llegar a la conclusión de que, aunque no suba el mínimo exento, el denominado «mínimo personal y familiar» (que es la parte de la renta que el contribuyente destina a sus necesidades básicas y está exenta de tributación) va a favorecer que ocho de cada diez perceptores del salario mínimo no tengan que pagar el IRPF. Mientras, el otro 20% se va a ver obligado a tributar por primera vez.

La última vez que el Ejecutivo ajustó el IRPF al SMI fue el año pasado, cuando modificó el reglamento para elevar el mínimo exento hasta los 15.876 euros, cuantía equivalente al salario mínimo anual de 2024. En 2023 ya había incrementado el nivel de ingresos a partir del cual es obligatorio tributar hasta los 15.120 euros. Sin embargo, en esta ocasión el equipo de María Jesús Montero no lo tiene tan claro. La escalada del SMI en los últimos años y la merma de recaudación acumulada por las sucesivas rebajas de impuestos y ayudas fiscales para paliar la crisis de inflación están llevando a Hacienda a replantearse su estrategia.

Si Yolanda Díaz atiende a la parte alta de la horquilla propuesta por su grupo de expertos y activa una subida del SMI del 4,4% este año, hasta los 1.184 euros (50 euros al mes más), el SMI habrá subido un 60% en siete años. Un fuerte incremento que ha abierto un debate dentro del propio Ministerio de Hacienda sobre la idoneidad de seguir eximiendo del pago de impuestos a un salario mínimo cada vez más alto que está empezando a concentrar a un elevado porcentaje de trabajadores en esa franja salarial, tal y como han detectado tanto los propios expertos de Díaz como el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Choque en el Gobierno

Fuentes oficiales de Hacienda consideran prematuro elucubrar sobre el IRPF cuando aún no se conoce la cuantía en la que se va a subir el salario mínimo en 2025. Pero otras fuentes al tanto del debate interno que se ha generado en las últimas semanas sí admiten que la posibilidad de no ajustar el impuesto a la nueva cuantía no sólo está sobre la mesa sino que es bastante probable.

En el Gobierno defienden que las potentes subidas del salario mínimo aprobadas desde 2018, cuando apenas alcanzaba los 736 euros mensuales, han venido acompañadas de la mayor rebaja de impuestos para las rentas bajas.

El año pasado el Ejecutivo aprobó una rebaja en el IRPF que benefició a 5,2 millones de contribuyentes con un ahorro de 1.385 millones de euros. Por un lado, elevó el mínimo exento hasta los 15.876 euros del SMI y, por otro, modificó el reglamento para aplicar una rebaja impositiva a las rentas de hasta 20.000 euros.

Sin embargo, ahora, Hacienda está valorando un cambio de estrategia en lo que se refiere a la tributación del salario mínimo que aboca a un nuevo choque en el seno del Gobierno. En el Ministerio de Trabajo son partidarios de que quienes cobran el sueldo base legal no paguen impuestos, por lo que un giro en la dinámica de adaptación del IRPF a las subidas del SMI amenaza con abrir un nuevo conflicto entre los socios de la coalición en plena batalla entre Yolanda Díaz y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, por la reducción de la jornada laboral.

Incluso, podría poner en peligro el diálogo social. UGT anunció ayer que no firmará un acuerdo sobre el SMI para 2025 si no queda exento del IRPF. Tras la reunión de su Comité Ejecutivo Confederal afirmaron que «la prioridad del sindicato es garantizar que el importe del SMI llegue neto a las personas trabajadoras que lo perciben, quienes representan a las capas más desfavorecidas de la población y requieren un mayor apoyo institucional. Este objetivo implica también una responsabilidad directa del Ministerio de Hacienda para asegurar que estas medidas se implementen adecuadamente».