Tras casi un año de negociaciones en la mesa de diálogo social -fructuosas con los sindicatos y fracasadas con la patronal- y una vez superado -al menos, aparentemente- el debate inicial en el seno del Gobierno, arranca ahora la verdadera batalla política por la jornada laboral. Y aquí el mapa autonómico va a ser clave. La vicepresidenta Yolanda Díaz tiene contundentes datos como ariete para elevar la presión tanto a Junts como al PP para que voten a favor de una medida que cuenta con una amplia aceptación social. No en vano, el 62% de los trabajadores que serían potenciales beneficiarios de la reducción a 37,5 horas se concentran en Cataluña y en tres de los grandes bastiones del PP: Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Según la información que maneja el Ministerio de Trabajo, la reducción de la jornada laboral sin recorte salarial beneficiará a 12.550.000 trabajadores en toda España. Pero el impacto será desigual por territorios, concentrando la mayor proporción de afectados en tres comunidades autónomas: Cataluña, Madrid y Andalucía. Entre las tres superan los 6,3 millones de trabajadores que verán reducida su jornada porque en estos momentos rebasa las 37 horas y media semanales. Sólo estas tres acaparan ya más del 50% del total. Y si se añaden los potenciales beneficiarios en la Comunidad Valenciana, el volumen conjunto roza los 7,8 millones y alcanza ese 62%.
Los trabajadores de Cataluña serán, con diferencia, los más beneficiados. Son 2.218.000 en total. O dicho de otra manera: las empresas de la región serán las más afectadas. Por eso el empresariado catalán salió ayer en tromba contra la medida, alertando de que "afectará de manera desproporcionada a las pymes catalanas", que, "a diferencia de las grandes corporaciones", tienen "menos capacidad para absorber los costes adicionales", lo que "puede traducirse en una menor contratación, más dificultades para mantener la competitividad y, en algunos casos, la inviabilidad económica del negocio". Por ello, reclamaron al Gobierno "una revisión urgente de esta medida y el establecimiento de un diálogo real con los representantes de las pymes para encontrar soluciones viables".
Las conversaciones informales, en todo caso, ya se han iniciado. Los empresarios han empezado a mover hilos a nivel nacional tanto dentro del Gobierno como entre los distintos grupos del arco parlamentario para intentar convencerles de que tumben la medida en el Congreso o de que, al menos, suavicen su implementación, ya sea flexibilizando los plazos de entrada en vigor, incluyendo un paquete de ayudas para las pymes o limitando las exigencias del nuevo registro horario. Así lo trasladan a EL MUNDO fuentes de la CEOE que indican que dentro del Ejecutivo ven un aliado en el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que defendió sus postulados en el tira y afloja con Yolanda Díaz, y fuera de Moncloa tienen puesto el foco en Junts y en el PP, aunque van a extender su acción de lobby a todos los partidos.
Díaz, por su parte, mantiene sus propias vías de presión hacia independentistas y populares. Con el argumento de que la medida "está ganada en la calle", la vicepresidenta confía en la baza de que los partidos van a tener difícil encontrar razones para tumbarla. Al PP le ha pedido que "vuelva al giro social" y que "no repita el error de la reforma laboral" -que no apoyó- para "reconciliarse con los trabajadores". Los datos recopilados por su equipo revelan que después de Cataluña, las tres comunidades autónomas con más beneficiarios están gobernadas por el PP: Madrid, con 2.056.000 trabajadores afectados; Andalucía, con 2.037.000; y la Comunidad Valenciana, con 1.481.000 personas que verían reducida su jornada a 37,5 horas.
Por sectores, los datos del Ministerio reflejan que los más afectados serán el comercio, con 2.435.500 trabajadores beneficiarios de la reducción de la jornada laboral; la industria manufacturera, con 2.073.500; la hostelería, con 1.424.100; o la construcción, con 1.000.400 trabajadores. Del otro lado, apenas impactará en 3.500 empleados de la administración pública, que ya cuentan con las jornadas más reducidas de todos los sectores económicos.