Decenas de camiones, turismos, autobuses y furgonetas se empezaron a amontonar a primera hora de ayer en la AP-6, en el acceso previo al túnel de Guadarrama. A su llegada a las cabinas de peaje, los alrededor de 16.000 vehículos que diariamente están siendo desviados de la carretera N-6 por un colosal socavón que bloquea el paso a la altura de San Rafael (Segovia) fueron obligados a abonar la tarifa por primera vez desde que se produjo la avería hace ya una semana.
De un día para otro, Abertis, la concesionaria que opera la autopista de pago en una de las principales entradas a Madrid, pasó de levantar la barrera sin coste para los afectados, a responder a quienes llamaban a sus interfonos con un «pague ahora y reclame luego». Una voz al otro lado amenazaba con denunciar a los numerosos conductores que se resistían a abonar la tarifa. Menos de 24 horas antes, la concesionaria había permitido el paso sin coste por las obras, solución que difundió el propio Ayuntamiento de El Espinar, municipio que comprende San Rafael, por donde pasa la vía bloqueada. Para completar la foto, varios agentes de la Guardia Civil trataban de calmar a los conductores y apelaban al sentido común de la empresa: «Denuncien o lo que quieran, pero hagan el favor de levantar la barrera, están bloqueando el tráfico».
El tapón provocó largas colas desde todos los accesos, retrasos de hora y media a los conductores y se alargó hasta el mediodía. El episodio, que se repitió a última hora de la tarde, todavía no tiene una solución clara y ha generado un choque directo entre Abertis, el Ministerio de Transportes y el Ayuntamiento encabezado por el alcalde del PP Javier Figueredo.
Ayer, la subdelegación del Gobierno en Segovia, técnicos de Carreteras, altos cargos de la Guardia Civil y el propio Figueredo mantuvieron una reunión para analizar el alcance de la incidencia, según ha podido saber EL MUNDO. «No hay alternativa buena», trasladan desde el organismo que representa al Gobierno en la región, que reporta al ministerio que dirige Óscar Puente, quien ayer mismo entró de lleno en la polémica al acusar al alcalde popular de "boicot".
Lo cierto es que el único desvío posible al margen del peaje es el paso por el Puerto de Navacerrada, lo que duplicaría el tiempo del trayecto. Hay una segunda opción que el Consistorio mantiene anulada y de la que la propia subdelegación duda: callejear por el municipio hasta sortear el socavón.
Y es que la N-6 no está cortada como tal, a excepción del tramo afectado por las obras. El desvío hacia la autopista de pago lo ha promovido el propio Ayuntamiento para evitar un tránsito masivo de vehículos por las calles del pueblo, a través de las que podría bordearse el agujero y continuar por el puerto de Guadarrama hacia Madrid.
Al cierre de esta edición, el Consistorio mantiene bloqueado el acceso a dichas calles a los conductores no residentes y ha promovido la alternativa de la vía de peaje, al asegurar que su uso sería gratuito, pese a no tener las competencias para asegurar este servicio público. «Al llegar a la cabina de peaje, no es necesario abonar el importe. Simplemente, utilice el interfono», indicaba el Ayuntamiento el 21 de marzo en una publicación de Facebook. Tras varios días sin cobrar el paso, Abertis ha puesto pie en pared.
El Consistorio reaccionó ayer exculpando a la concesionaria y animando a los afectados a presentar «en tono respetuoso, pero firme» quejas contra el Ministerio y contra la subdelegación, a la que acusa de haberle garantizado que la concesionaria no cobraría a los usuarios durante las obras. «Es rotundamente falso y no van a poder aportar pruebas de ello porque nunca se les comunicó eso», afirman fuentes del organismo estatal en una llamada con este medio. Este diario ha tratado de recabar la versión del Ayuntamiento, sin éxito.
Transportes ha asumido ya el coste y la reparación del socavón que fue provocado por el «mal estado» de un colector, infraestructura hidráulica subterránea cuyo mantenimiento es competencia municipal pese a hallarse bajo una carretera nacional. Las lluvias han alargado el proceso, pero el Ministerio asegura que las obras avanzan a buen ritmo y que se espera que su finalización sea «cuestión de días».
Desde Abertis insisten en que la avería es externa a su concesión y que no han recibido «ninguna instrucción de gratuidad» por parte del Ministerio «por ello, debemos aplicar el cobro del peaje, atendiendo en todo caso a criterios operativos y de seguridad vial». La empresa no explica por qué entonces, en ausencia de instrucciones desde la cartera, sí permitió el paso gratis durante días.
En caso de que el Ministerio solicitase a la empresa el acceso sin coste a la AP-6, el Estado debería asumir, no solo la indemnización correspondiente por los 16.000 vehículos desplazados a diario, también por los alrededor de 35.000 clientes que, en promedio, emplean esta autopista a diario, pues resultaría imposible cribar unos vehículos de otros. «Es inasumible», aseveran desde la subdelegación.
Por su parte, en Transportes aseveran que levantar barreras es una «decisión comercial» de la empresa y cargan contra el Ayuntamiento por «dificultar el paso de vehículos ligeros cortando calles». El Ministerio que encabeza Óscar Puente va a exigir por carta al Consistorio su cooperación y no descarta acudir a los juzgados «para defender el derecho a la movilidad» si persisten las barreras.