"Hasta después del Congreso Federal, nada". Ésta era la respuesta que había empezado a ser recurrente en diferentes instancias del PSOE las últimas semanas cuando se preguntaba por las decisiones pendientes, entre ellas el impulso de nuevos liderazgos en varios territorios. La intención era aplazar todos los movimientos hasta que concluyera la reunión del máximo órgano del partido -que se celebrará del 29 de noviembre al 1 de diciembre en Sevilla- para poner todo el foco en "el gran debate del ideas", pero el desafío de Castilla y León ha trastocado los planes de Ferraz.
En ese cónclave, Pedro Sánchez será reelegido secretario general de los socialistas y hará una remodelación de la Ejecutiva de la que por ahora se desconoce si será quirúrgica o de mayor calado. Fuentes de la cúpula actual apuntan que los cambios probablemente coincidirán en el tiempo con la crisis de Gobierno que el presidente tiene que hacer que como mínimo para sustituir Teresa Ribera, que será nombrada comisaria europea, y deslizan la posibilidad de que también haya cambios en las direcciones de los grupos parlamentarios de los que ahora son portavoces Patxi López en el Congreso y Juan Espadas en el Senado.
Una vez que pase la cita de Sevilla, se abrirá un periodo para las distintas federaciones celebren sus congresos regionales que se extenderá hasta el 23 de febrero de 2025, con posibilidad de ampliación de esta fecha debido a la Navidad. A partir de entonces cuando desde Ferraz se preveía la promoción de candidatos para las comunidades que tienen que renovar obligatoriamente sus liderazgos (Aragón y La Rioja, ya que Javier Lambán y Concha Andreu, respectivamente, han manifestado su intención de no seguir) y en aquellas en las que se han puesto en duda los liderazgos vigentes.
La decisión del PSOE de Castilla y León adoptada el jueves pasado de adelantar su proceso interno para la elección de su secretario general, a pesar de que fue frenado en seco por la Comisión de Ética y Garantías, ha chocado frontalmente con la intención de la cúpula nacional de postergar las cuestiones orgánicas durante dos meses. Fuentes críticas con la dirección del partido en la región atisban una "maniobra" del actual líder territorial, Luis Tudanca, para tratar de blindarse, acortando el plazo, y evitar así que cuaje una alternativa.
También en duda se encuentra la dirección del partido Madrid, donde Juan Lobato ha manifestado su intención de optar a la reelección aunque tenga que ser para medirse en primarias a un aspirante promovido por el aparato del partido. Las fuentes consultadas descartan "al 99%" que esa eventual lista rival vaya a encabezarla Enma López, concejala en el Ayuntamiento de la capital, a pesar de que haya sido incluida en el Comité Organizador del Congreso y multiplicado su presencia en medios de comunicación. Se ve como posible su inclusión en la nueva Ejecutiva.
Lo que cada vez parece más alejada es la posibilidad de que vaya a producirse un cambio en Andalucía. Que el cónclave de los socialistas se celebre en Sevilla y a Juan Espadas se le haya dado la presidencia se interpreta en algunos sectores como "un signo de respaldo" de su labor al frente de la principal federación socialista, a lo que se suma la falta de un relevo claro, porque la opción de la vicepresidenta María Jesús Montero se da ya por improbable. Aun así, no se descarta su salida como ministro de producirse una crisis de Gobierno ampliada.
Hasta después del 1 de diciembre tampoco se confirmará si Pilar Alegría va a optar o no a liderar el PSOE en Aragón. De hacerlo, salvo giro de guión, la portavoz del Ejecutivo y titular de la cartera de Educación tendrá que enfrentarse al candidato/a apadrinado por Lambán, que podría decantarse por la portavoz del partido en las Cortes regionales, Mayte Pérez, o Juan Antonio Sánchez Quero, presidente de la Diputación de Zaragoza.
Financiación autonómica
Una vez sofocado el desmarque de Castilla y León, la intención de Ferraz es que los dos temas principales que se aborden en el Congreso sean vivienda, que no genera grandes controversias, y financiación autonómica, con la que ocurre todo lo contrario, para tratar de fijar una posición común que quedaría plasmada en una de las resoluciones, que según estatutos son de obligado cumplimiento. El trato fiscal "singular" pactado para Cataluña a cambio del apoyo de ERC para situar a Salvador Illa al frente de la Generalitat ha generado la mayor convulsión interna del partido incluso por encima de la controvertida Ley de Amnistía.
El borrador de la ponencia política marco en la que se van a recoger todos esos contenidos, ya en proceso de redacción, se enviará las federaciones hasta el 25 de octubre, así que no será hasta entonces cuando los críticos puedan presentar sus enmiendas al documento. Las agrupaciones locales tendrá de plazo para hacerlo hasta el 4 de noviembre y se recopilarán en un documento final que se hará público 15 días después.
Salvo que ocurra algo excepcional, no está previsto que la Ejecutiva del PSOE se reúna hasta después del encuentro de Sevilla. Ahora el órgano que dirige y coordinar la actividad cotidiana es el Comité Organizador del Congreso, encabezado por la vicesecretaria general, María Jesús Montero, y el secretario de Organización, Santos Cerdán, y compuesto por nueve miembros, entre ellos Francisco Salazar, que tras la remodelación del gabinete de Sánchez es el enlace entre Ferraz y La Moncloa.
Una vez que concluya la reunión del máximo órgano y la celebración de los congresos regionales será el turno de los de ámbito provincial, insular, comarcal y las asambleas locales, que tendrán de plazo hasta el 30 de junio de 2025 para su realización. Se completará así el ciclo de renovación interna del partido para intentar dejarlo engrasado para las próximas citas electorales que, de no haber adelanto, serían las de Castilla y León y Andalucía en 2026.