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El diputado nacional Pedro Casares (Santander, 1983) será el nuevo secretario general del PSOE en Cantabria tras imponerse a Pablo Zuloaga -quien ostentaba el cargo desde 2017- en las primarias que se han celebrado este domingo en la región con el 52,3% de los votos (1.246), frente al 46,4% (1.117) de su rival. El mantenimiento de la sintonía de esta federación socialista con la dirección de Ferraz estaba garantizada en cualquier caso porque ambos candidatos son afines a Pedro Sánchez.
Lo que sí dejan estas elecciones internas es un partido regional roto -la victoria ha sido por 129 papeletas de diferencia-, con una campaña muy bronca repleta de constantes acusaciones mutuas entre los dos aspirantes y sus equipos que quedaron de manifiesto de una forma muy gráfica en el debate celebrado el pasado jueves. El proceso de relevo concluirá con la celebración del congreso autonómico convocado para el fin de semana del 15 y 16 de marzo.
"Enhorabuena a Pedro Casares por su victoria en las primarias del PSOE de Cantabria", lo ha felicitado Sánchez a través de su cuenta de X nada más conocerse los resultados del escrutinio de este domingo. "Ahora, juntos y juntas, seguimos trabajando por una Cantabria con más derechos y oportunidades. Gracias a Pablo Zuloaga por su compromiso y dedicación. ¡Seguimos!", ha añadido.
Esta comunidad de alrededor de 600.000 habitantes ya había sido el escenario uno de los cinco enfrentamientos en la elección de delegados para el Congreso Federal que el partido celebró a finales de noviembre en Sevilla. En aquel momento desde Ferraz se vieron obligados a emitir un comunicado negando que hubieran respaldado la lista alternativa al todavía entonces secretario general en la región que encabezó la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán.
En segundo plano de esa candidatura estaba Casares, diputado nacional desde 2019 y miembro de la Ejecutiva nacional, a la espera de postularse oficialmente para tratar de hacerse con el liderazgo regional. En la cúpula socialista no ocultaron entonces su malestar por el hecho de que hubiera tratado de "hacer la guerra por su cuenta", lo que se tradujo en su salida de la sala de máquinas del partido y en la entrada en su lugar como cuota de Cantabria de la delegada del Gobierno en la región, Eugenia Gómez, mano derecha de Zuloaga.
El nuevo barón territorial, que es licenciado y doctor en Economía, además de portavoz del PSOE en esta materia en el Congreso, ha defendido durante la campaña que se fue a Madrid -uno de los flancos por los que ha tratado de atacarlo su rival- "por responsabilidad". Este "paso valiente", ha recalcado, permitió subir hasta dos los diputados por la región en la Cámara Baja "contribuyendo a mantener a Pedro Sánchez en La Moncloa". También ha esgrimido que ha "defendido como nadie" los indultos a los condenados por el 1-O, la amnistía y la financiación singular para Cataluña ante las críticas de su contrincante por no haberlo hecho "en la calle".
Ahora el principal reto de Casares y hasta ahora era secretario general de la agrupación del partido en Santander será volver a situar al PSOE en el Gobierno de Cantabria, donde fue el socio minoritario de coalición con el PRC de Miguel Ángel Revilla entre 2003 y 2011 y de 2015 a 2023, etapa ésta última en la que su predecesor en el cargo fue cuatro años vicepresidente. Para ello se ha comprometido a elaborar un proyecto de partido "creíble y reconocible" y a cicatrizar las heridas internas que han dejado estas primarias.