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"Lo esperábamos en cualquier momento y en cualquier lugar. Ésta es la resistencia: o es victoria o es martirio", declaró Abdel Salam Haniyah sobre el ataque israelí que causó la muerte de su padre, Ismail Haniyah. El líder del brazo político de Hamas encabezó la lista de los más buscados de Israel durante años, hasta que fue alcanzado por un ataque aéreo israelí este miércoles, durante una visita en Teherán por la toma de posesión del presidente iraní, Masoud Pezeshkian.
Haniyah era uno de los líderes más importantes de Hamas, que había concentrado un gran poder en la organización en las últimas décadas, especialmente en el terreno diplomático, dirigiendo el partido político y sus relaciones desde el exilio en Qatar. Haniyah asumió una mayor relevancia internacional en los últimos 10 meses, por su papel en las conversaciones para alcanzar un alto el fuego en Gaza y el intercambio de israelíes secuestrados por presos palestinos. Su muerte añade incertidumbre a las estancadas conversaciones para alcanzar una tregua.
"¿Cómo puede tener éxito la mediación cuando una de las partes asesina al negociador de la otra parte?", señaló en un tuit el primer ministro y ministro de Exteriores de Qatar, Mohammed Al Thani. Durante su mandato en Gaza, Tel Aviv lo acusó en repetidas ocasiones de desviar fondos de ayuda humanitaria para la Franja de Gaza al ala militar de Hamas.
Haniyah nació en 1962 en el campo de refugiados de Shati, en el norte de la ciudad de Gaza, en el seno de una familia de palestinos desplazados en 1948 de Ashkelon, en Israel. Estudió en escuelas de la Agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNRWA) y luego se graduó en literatura árabe en la Universidad Islámica de Gaza. Pasó gran parte de su juventud entrando y saliendo de prisiones israelíes, aunque adquirió un perfil político más activo al calor de la desobediencia civil antiisraelí de la Primera Intifada.
Se unió a Hamas poco después de su fundación y rápidamente adquirió un gran papel en la organización como protegido de su fundador, el jeque Ahmad Yassin. Ambos sobrevivieron a un intento de asesinato en 2003, aunque Yassin falleció un año después en un ataque israelí. Ejerció durante un período muy breve de primer ministro palestino en un gobierno de coalición, disuelto pocos meses después por el presidente Mahmud Abás, en medio de las crecientes tensiones entre Hamas y el partido político Al Fatah -que gobierna actualmente en Cisjordania- que derivaron en una confrontación sangrienta entre militantes de ambos partidos y la toma de control de Gaza por parte de Hamas.
Haniyah gobernó Gaza hasta 2017, cuando fue sucedido por Yahya Sinwar -con una ideología de línea dura y un perfil menos pragmático que su predecesor-, uno de los mayores objetivos militares israelíes en la Franja. Desde su exilio en Qatar Haniyah tomó el control del brazo político de Hamas y ejerció de puente entre Sinwar y los aliados del partido en la región: Irán, el partido chií libanés Hizbulá, así como otros miembros del llamado Eje de resistencia, la alianza de milicias y partidos políticos bajo la influencia de Irán que operan en Oriente Próximo contra los intereses israelíes.
El fiscal de la Corte Penal Internacional acusó a Haniyah y otros líderes de Hamas de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por su relación con el ataque del 7 de octubre en Israel, que causó la muerte de 1189 de personas y el secuestro de otras 250.
Haniyah es el miembro de Hamas de mayor rango asesinado por Israel desde el inicio de su ofensiva en la Franja de Gaza. El pasado 10 de abril el ejército israelí mató a tres de los hijos de Haniyah y cuatro de sus nietos, en un ataque aéreo que alcanzó el coche en el que viajaban. "Todo nuestro pueblo y todas las familias de Gaza han pagado un alto precio en sangre y yo soy uno de ellos", dijo Haniyah tras el ataque contra su familia.
Su asesinato se produjo pocas horas después de que Israel llevara a cabo un ataque aéreo en el sur de Beirut, causando la muerte del comandante militar de Hizbulá Fouad Shukur, acusado de ser el artífice del ataque aéreo en el territorio ocupado por Israel de los Altos del Golán, que causó la muerte de 12 jóvenes.