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El llamado "Jardín de los Mártires" y el "Cementerio de los Mártires de la Revolución" están separados por escasos cientos de metros. Hubo momentos en los que los seguidores de las dos causas estuvieron en trincheras enfrentadas. El último cuando los palestinos instalados en Siria tomaron las armas contra el régimen de Bashar al Asad y Hizbulá se convirtió en parapeto del dictador.
La visita a los dos camposantos de Beirut se puede entender como una singular lección de la reciente historia de este país y de Oriente Próximo. Y un refrendo de la persistencia de la pugna armada que persiste en la región desde la creación de Israel en 1948, ya que una mayoría de las sepulturas que se pueden divisar en los dos enclaves pertenecen a combatientes que fueron abatidos por el estado judío.
El "Jardín de los Mártires" incluye la sepultura de Hadi Nasrala, el hijo del fallecido secretario general de Hizbulá, caído en un enfrentamiento con Israel en 1997.
Ahí está también la de quien fuera el gran artífice de la expansión militar del movimiento, Imad Mughniye y de su hijo Jihad, ambos asesinados en acciones que se atribuyen a Israel. A su lado se puede observar la de Mustafa Bedreddine, que tomó el relevo de Imad Mughniye hasta su desaparición en 2016.
La narrativa épica del grupo libanés se solía referir a Mughniye como "el fantasma" o "As Sahir" (el mago), por las décadas en las que consiguió eludir los intentos de Israel por acabar con su vida. Un "talento" que no pudo eludir la explosión del 12 de febrero de 2008 que puso fin a su periplo en Damasco.
Mughniye, sin embargo, dejó un profundo legado no sólo como experto en técnica militar. Su hijo Mustafa es uno de los nuevos jefes de los comandos de Hizbulá sobre el terreno.
"En esta lucha, los hijos sustituyen a los padres y así seguiremos por generaciones. Mientras haya ocupación habrá resistencia", había opinado horas antes Mohamed Al Khatib, un palestino refugiado en Beirut.
Las palabras de Al Khatib no son una reacción emocional. Es una dinámica repetida en este conflicto. Horas después de su conversación con el periodista, las redes sociales libanesas difundieron una grabación en la que se veía a Jawad Nasrala, otro de los vástagos del extinto jefe de filas de Hizbulá, junto al ingente pozo que provocó el bombardeo israelí que asesinó a su padre, prometiendo "venganza".
"¡Juro por las lágrimas, por los gemidos bajo los escombros, los miembros amputados y los rostros quemados.. los huérfanos juramos que nos vengaremos! ¡Somos leales a Hussein! (una de las figuras religiosas de la fe chía)!", se le escucha clamar dominado por la rabia.
EEUU ya reconoció hace seis años que Jawad Nasrala era una "estrella creciente" en el seno de una formación, que conforme pierde dirigentes los sustituye por sus descendientes o nuevas estirpes.
La agrupación libanesa se encontraba enfrascada este domingo en preparar la sucesión de Nasrala, cuyo cuerpo fue recuperado del socavón creado en el barrio de Haret Hereik, en Beirut. Fuentes libanesas citadas por Reuters indicaron que el cadáver no tiene heridas aparentes y que la muerte se debió a la potencia de la onda expansiva.

Las 'líneas rojas' de Irán
Hizbulá no ha informado todavía de quién será el próximo secretario general del movimiento, que debe ser elegido por la más de media docena de integrantes de su consejo consultivo (Shura), algo complicado ante la sucesión de ataques precisos que está llevando a cabo Israel contra la cúpula de este grupo, que también refleja las gravísimas fallas de seguridad que está sufriendo su estructura.
Durante la jornada, Hizbulá reconoció el fallecimiento de otro de sus comandantes, Ali Karaki, e Israel indicó que había matado a otro histórico de la agrupación: Nabil Qaouk. Según Tel Aviv, sólo en el asalto contra el cuartel general de Haret Hreik fallecieron una veintena de altos cargos junto al propio Nasrala.
Principales candidatos a la sucesión
Todos los expertos apuntan a que el principal candidato para asumir el relevo es el actual titular del consejo ejecutivo -dedicado a organizar las actividades no militares del movimiento- y primo de Nasrala, Hashem Safieddine, de 60 años, que estudió con el difunto en los centros religiosos de Najaf (Irak) y Qoms (Irán).
El otro aspirante es quien se ha desempeñado como vice secretario general de Hizbulá, Naim Qassem, un veterano de la lucha contra Israel que comenzó su activismo en la década de los 70 y al que siempre se ha considerado como el ideólogo más significado del Partido de Dios.
Qassem ya fue uno de los nombres que se barajaron en 1992 para reemplazar al asesinado Abbas Musawi, el primer secretario general de Hizbulá. En aquella fecha ya se desempeñaba como su número dos, al igual que ahora.
Ali Rizk, un experto citado por la emisora Al Jazeera, estimó que quizás Hizbulá no haga público el nuevo nombramiento por una cuestión obvia: la infiltración que sufre.
"Hace poco el nuevo jefe de la fuerza Radwan (las tropas de élite de Hizbulá) fue asesinado apenas unos días después de haber sido designado tras el asesinato de su predecesor. Hizbulá tiene que abordar la infiltración que se ha producido en sus filas antes de declarar quién ocupará los puestos de alto nivel", manifestó.
Pese al espectacular asesinato de cientos de comandantes y toda una cohorte de militantes -muertos o incapacitados por la explosión de los buscapersonas-, Hizbulá continúa lanzando cohetes contra Israel, que como ya ocurrió en 2006, no ha podido frenar estas acciones con su obvia superioridad aérea y tecnológica, y ya se plantea la necesidad de invadir el país con fuerzas terrestres.
El culto al martirio forma parte del ideario básico del movimiento que lideraba Nasrala. Tras la muerte del citado Abbas Musawi, el Partido de Dios construyó un mausoleo dedicado a su memoria, instalado en su villa natal, en el Valle de la Bekaa. El complejo acoge incluso los restos del vehículo en el que viajaba junto a su esposa y su hijo de seis años -también asesinados- cuando el trío fue alcanzado por los cohetes israelíes. El amasijo de metal está rodeado por una urna de cristal.
Para Ziad Abdel Moti todas estas tumbas son un ejemplo de una "estrategia fallida", la de Israel. El palestino de 55 años, nacido ya en el exilio libanés -su familia era originaria de Jaffa, una ciudad de mayoría árabe, captura por las milicias judías en 1948- se encontraba este domingo en el "Cementerio de los Mártires de la Revolución" de Chatila (Beirut) adecentando la sepultura de su padre.
"Israel y Estados Unidos, que en realidad es el país más diabólico, ignoran la historia. ¿Sabe cuántos siglos existieron los estados cruzados (cristianos) en Oriente Próximo? ¿Y dónde están ahora? La ocupación terminará. Pese a los traidores que han ayudado a Israel a asesinar a Nasrala y toda la tecnología que tiene ese país. Terminarán como los cruzados", concluye el palestino.