Los primeros migrantes rescatados en el Mediterráneo Central, a bordo del buque Libra de la Marina Militar italiana, llegarán este miércoles a las costas de Albania para ser los primeros en entrar en los dos centros migratorios de Shengjin y Gjader, en la provincia Lezhë, a unos 50 kilómetros de Tirana, en el norte del país balcánico. En ambos centros, destacan los altos muros exteriores, la presencia de módulos prefabricados y suelo sintético color verde, supuestamente más "relajante" según los responsables de las estructuras migratorias albanesas.
El centro migratorio de Shengjin, de unos 3.500 metros cuadrados, se encuentra pegado a un muelle de la homóloga ciudad costera y podrá acoger a unos 200 migrantes que tendrán que marcharse antes de que acabe la jornada porque en Shengjin no hay plazas para dormir. Los migrantes, hombres, adultos, no vulnerables y rescatados por las Fuerzas Armadas italianas en aguas internacionales; accederán al centro de Shengjin, así pues, para ser nuevamente identificados después de la travesía en el buque de la Marina Militar italiana. En Shengjin los migrantes podrán comer, se les entregará calzado, ropa limpia y realizarán controles médicos justo antes de ejecutar, de inmediato, su petición de asilo.
Una vez desembarcados y registrados, la siguiente etapa es Gjader: es el centro migratorio principal de Italia en territorio albanés, epicentro de las eventuales expulsiones o aceptaciones de protección internacional. Posicionado al lado de una colina, se trata de una antigua base aérea militar del país, completamente reconstruida por el Gobierno transalpino, y consta de una superficie de más de 70.000 metros cuadrados, rodeados de un muro de 5 metros de altura para un perímetro de más de 2 kilómetros, cámaras de vigilancia, drones y constante presencia del Ejército, la Policía de Estado y los Carabinieri italianos.
En el centro migratorio de Gjader las habitaciones constan de literas para 4 personas cada una, ahora mismo con colchones todavía envueltos en plásticos sin estrenar, un pequeño armario y una mesa con cuatro sillas. En todas las habitaciones hay aire acondicionado. En una zona aparte están las zonas de duchas y los baños. Habrá una zona para el rezo religioso y un área para las videoconferencias a disposición de las autoridades judiciales italianas para estudiar las solicitudes de asilo. No hay comedor porque, se explica, la comida llegará preparada directamente del exterior y será consumida en las zonas comunes.
De las tres áreas principales dentro del centro de Gjader, la más grande es la primera, la de los solicitantes de asilo, donde por el momento hay 400 plazas pero en breve serán 880 y donde los migrantes podrán permanecer un máximo de 28 días antes de ser finalmente expulsados o finalmente acogidos en base a una legítima protección internacional. Los migrantes pendientes de expulsión pasarán a la siguiente área, siempre dentro de la estructura de Gjader, destinada para 144 personas en habitaciones en este caso con rejas en las ventanas. A pocos metros, también habrá una pequeña prisión apta para 20 personas que pudieran cometer delitos en el interior del principal centro migratorio albanés financiado por Italia.