"Llevamos un año con esta locura y la verdad es que no tengo ni idea de cómo va a acabar". Thomas Friedman, el periodista vivo con más Premios Pulitzer y columnista de The New York Times, no tiene ningún problema en reconocer que la guerra en Oriente Próximo le supera. Y, si alguien conoce la región -y ha obtenido reconocimiento por ello- es él. Su primer Pulitzer fue por su cobertura de la ocupación del Líbano por Israel. El segundo, por su trabajo como corresponsal en Israel. El tercero, por sus análisis sobre terrorismo tras el 11-S.
Friedman, que pasó de adolescente veranos en un kibutz de Haifa - una de las ciudades ahora atacadas por Irán y Hizbulá-, aprendió árabe en la Universidad American de El Cairo y tiene un doctorado por Oxford en Estudios sobre Medio Oriente, habló sobre la región con EL MUNDO -el periódico que le dio en 2018 su premio anual a su tarea informativa-.
- Quedan pocas semanas para las elecciones en EEUU. ¿En qué se diferenciaría una presidencia de Kamala Harris de una de Donald Trump en relación al conflicto de Oriente Próximo? ¿Presionaría Harris a Israel más que lo que ha hecho Biden para lograr un alto el fuego? ¿Dejaría Trump vía libre a Tel Aviv para, como él mismo ha dicho, "terminar el trabajo", o sus actos serían más prudentes que sus palabras, como en su primer mandato?
- Obviamente, no sé la respuesta a esas preguntas. Es más, no creo que ni Harris ni Trump sepan lo que van a hacer. Lo que sí espero es que los intereses de Estados Unidos se impongan por encima de los del ganador de las elecciones, sea éste el que sea.
- ¿Qué significa eso?
- Para que los intereses de Estados Unidos prevalezcan es necesario que Washington sea capaz de poner sobre la mesa un plan de paz tanto en el frente de Gaza como en el de Líbano. Eso es algo que ha faltado en el Gobierno de Joe Biden. Por ponerlo en términos económicos, hemos sido "tomadores de precios" ["price takers", es decir, cuando es otro el que decide el precio de algo]. Deberíamos plantear un plan de paz muy claro para el Líbano que creara una zona de seguridad en ese país con la presencia de tropas de la OTAN, porque es más que obvio que la Finul [la misión de paz de Naciones Unidas, en la que España tiene a 650 soldados] no es suficiente. Aparte, deberíamos trabajar mucho y presionar mucho para imponer un plan de dos Estados [Israel y un Estado palestino] y para que la Autoridad Nacional Palestina vaya tomando de manera progresiva el control de Gaza, dentro del marco creado por los Acuerdos de Oslo de 1995. El interés nacional de EEUU es un plan de paz efectivo y duradero en Oriente Próximo y, por ahora, yo no veo que estemos yendo en esa dirección.
- Los miembros de la OTAN ¿asumirían el desafío de enviar soldados al sur de Líbano?
- Tal vez no todos, pero Francia ya lo hizo en su día y, aparte de eso, los miembros europeos de la OTAN y Canadá parece que tienen unas ideas muy claras acerca de cómo debería ser Oriente Próximo y de cómo tendría que ser resuelto el conflicto palestino-israelí, así que lo que les pido es que demuestren que "obras son amores y no buenas razones" ["put up or shut up"].
- La guerra, ¿ha puesto de manifiesto en toda su crudeza la irrelevancia de la UE, pese a que el conflicto es geográficamente mucho más cercano a nosotros que a EEUU, y que está impactando la ruta marítima del Mar Rojo, que es vital para Europa?
- Exacto. Esta guerra afecta a Europa, aunque sólo sea por el riesgo para su comercio. Los europeos deberían estar mucho más involucrados en la entrega de ayuda y en la creación de estructuras de seguridad para que la situación se estabilice, si es que eso sucede algún día. Porque esta guerra no se va a solucionar como las anteriores, con algún tipo de acuerdo entre Israel y los palestinos. No. Ahora va a hacer falta ofrecer mucha más seguridad y muchas más inversiones a Palestina a cambio del reconocimiento de Israel.
- ¿Está reduciendo la capacidad de influencia de Occidente en el mundo? La UE está desaparecida, y para muchos Gobiernos y opiniones públicas en el llamado 'Sur Global', Estados Unidos se ha puesto completamente del lado de Israel.
- Yo no le daría demasiada importancia a Netanyahu juega con ventaja por el periodo electoral en EEUU. Para mí, lo importante es lo que pasa sobre el terreno, en especial cómo evalúa Israel sus necesidades de seguridad. La comunidad internacional en mi opinión aquí es bastante secundaria.
- Estados Unidos está manteniendo la capacidad militar de Israel y, en buena medida, su economía. ¿Cómo se las arregla el primer ministro de ese país, Benjamin Netanyahu, para hacer lo que quiere, incluso cuando eso supone lo contrario de lo que desea Washington?
- Creo que eso tiene mucho que ver con este momento enloquecido que es siempre el mes final de las elecciones en Estados Unidos, en el que ninguno de los dos partidos de este país tiene el menor interés en perder un solo voto de los electorados judío y árabe.