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Francia

Marine Le Pen define su resistencia como "un combate por los derechos cívicos" y compara su lucha con la de Martin Luther King

La extrema derecha y la izquierda se dan cita en sendas manifestaciones en París. El partido macronista Renacimiento celebra también su congreso en el pistoletazo para las presidenciales de 2027

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La extrema derecha de Marine Le Pen y la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon rivalizan este domingo en las calles de París con dos manifestaciones que aspiran a ser "demostraciones de fuerza" en la cuenta atrás para las presidenciales de 2027. Como contrapunto, los políticos moderados del centro convergen también el 6 de abril en la Ciudad del Cine de Saint-Denis en el congreso de "refundación" de Renacimiento, con el ex primer ministro Gabriel Attal como estrella.

La concentración de la extrema izquierda en la plaza de la República arrancó con una afluencia bastante discreta de simpatizantes, en contraste con las decenas de miles congregados hace apenas dos semanas en la masiva manifestación contra el racismo que abrió la temporada primaveral de las protestas en París. La división de la izquierda ante la sentencia contra Le Pen quedó en evidencia con la ausencia de comunistas y socialistas en la convocatoria encabezada por La Francia Insumisa.

Marine Tondelier, secretaria general de Los Ecologistas, llevó la voz cantante en la anti-manifestación denunciando la "victimización" de la extrema derecha y acusando a la "otra" Marine (Le Pen) de haber orquestado la protesta dominical de Agrupación Nacional para "atacar a los jueces".

"La Agrupación Nacional ha mostrado su verdadero rostro", declaró por su parte Manuel Bompard, coordinador de La Francia Insumisa, en el arranque de la contra-manifestación de la izquierda. "Estamos ante un partido peligroso para la de democracia y para el estado de derecho, que ataca a los jueces cuando sus decisiones no les conviene".

"Nosotros jamás descalificaremos una decisión judicial", proclamó por su parte el Gabriel Attal en el acto del partido Renacimiento. En presencia del primer ministro François Bayrou, Attal hizo una llamada a "la moralización de la vida política frente a los ataques de la extrema derecha a nuestras instituciones".

"El nuestro será un combate pacífico, un combate democrático", declaró Marine Le Pen como preámbulo a la manifestación de apoyo en París, en una videoconferencia con el Partido de La Liga de Matteo Salvini. "Vamos a tomar el ejemplo de Martin Luther King en su lucha por los derechos civiles", recalcó la líder de la extrema derecha francesa.

"Estamos a punto de ganar, por eso no podemos permitir que los jueces elijan los candidatos", concluyó Le Pen, al cabo de media hora de discurso en un tono vindicativo y crispado.

La sentencia

La sentencia de inhabilitación durante cinco años por malversación de fondos contra Le Pen ha actuado de revulsivo para lo que se interpreta como el pistoletazo de salida para la sucesión en el Elíseo, en un domingo acalorado en el que miles de ciudadanos se lanzarán a la calle, el auténtico tercer poder en Francia.

La Policía ha creado cordones de seguridad en torno a la plaza de Vauban al sur del Sena, donde convergirán los militantes de Agrupación Nacional (RN), y en torno a la plaza de La República, en la "contra-manifestación" de la Francia Insumisa (LFI) y Los Verdes. El primer ministro, el centrista François Bayrou, criticó la coincidencias de las dos protestas callejeras y apeló al "espíritu de responsabilidad" para evitar confrontaciones.

A las tres de la tarde, en la explanada frente al complejo Los Inválidos, se darán cita las huestes de Marine Le Pen, que intervendrá personalmente para arremeter contra el poder judicial y reiterar su intención de dar la vuelta a la sentencia en el proceso de apelación, a tiempo para poder concurrir a las elecciones presidenciales (las encuesta la siguen dando como favorita).

La manifestación de apoyo a Le Pen ha sido convocado por su delfín Jordan Bardella y anticipada como "un acto pacífico y popular" y "en defensa de la democracia y del estado de derecho". Se espera que líderes internacionales, como el viceprimer ministro italiano Matteo Salvini, puedan aparecer a dar su apoyo a la líder de extrema derecha.

En los últimos días se especuló con la probable presencia del primer ministro húngaro, Viktor Orban, aunque no se ha podido confirmar. Desde el otro lado del Atlántico, Donald Trump trasladó su apoyo con mensaje en Truth Social ("¡Liberen a Marine Le Pen!") denunciando "la caza de brujas de la izquierda europea".

La izquierda radical, capitaneada por La Francia Insumisa, convergerá precisamente a la una de la tarde en la plaza de la República, dos semanas después de la protesta masiva contra el racismo y la extrema derecha que reunió a decenas de manifestaciones y concluyó, como es de rigor en París, en enfrentamientos con la policía y gases lacrimógenos.

Se espera que la convocatoria, respaldada por los Verdes y por los sindicatos, no sea esta vez tan masiva. El Partido Socialista y el Partido Comunista decidieron no respaldar la convocatoria por considerar que contribuye a "victimizar" a la extrema derecha y para hacer creer que la sentencia fue "una decisión política".

Entre tanto, las fuerzas moderadas se darán cita en Saint-Denis, al norte de París, en el acto que congregará a cientos de macronistas, a la búsqueda desesperada de un nuevo líder para las presidenciales del 2027 a las que no podrá concurrir el actual inquilino del Elíseo al concluir su segundo mandato. Junto a Gabriel Attal, se espera que también participe en el acto de refundación de Renacimiento el también ex primer ministro acto Édouard Philippe, fundador del partido Horizontes (las dos fuerzas están integradas en la coalición Juntos por la República en el Parlamento).

La Policía montó un dispositivo de extrema seguridad en el mitin de Le Pen, con cacheos a la entrada e incautación de botellas de agua y cualquier objeto arrojadizo. Se estima que 10.000 personas pueden participar en el acto bautizado como "Soutenons Marine!" ("¡Apoyemos a Marine!"), seis días después de la sentencia que la inhabilita durante cinco años por malversación de fondos. Más de medio millón de franceses han suscrito la petición online de respaldo a la líder de RN, según su partido.

"Lo que hemos visto ha sido un proceso sumario y político", aseguró Fabian Leroux, 64 años, propietario de una tienda de antigüedades en el el distrito 15 de París. "Pero los propios jueces han rectificado y han reconocido el derecho de Marine a defenderse antes de las presidenciales, y todo esto va a servir al final para impulsar su candidatura".

Los gritos de "¡Marine, Marine!" precedieron durante una hora a la llegada de la líder de extrema derecha a la plaza de Vauban, no tan llena como se anunciaba. Chloé Moreu, 27 años, afiliada a las juventudes de RN, aseguró, sin embargo, que los actos de apoyo a Le Pen celebrados en toda Francia "van a servir para a ampliar aún más su base electoral para la presidenciales de 2027.

"No sólo vamos a tener una presidenta, también un primer ministro que tiene un tirón increíble entre los jóvenes", vaticinó Moreau, en referencia directa a Jordan Bardella, el aspirante a sucesor de Le Pen a sus 29 años. "Los prejuicios contra nuestro partido van a caer con esta sentencia, que esperamos que sea revertida por el bien de la democracia francesa".

"Marine, estamos contigo!", fue el mensaje con el que Santiago Abascal encabezó la lista de políticos extranjeros con mensajes grabados en apoyo a Le Pen. El líder de Vox criticó la sentencia como "un ataque injusto y arbitraria contra la democracia y estado de derecho" y ensalzó a la líder de RN como "un símbolo de resistencia".

Jordan Bardella invocó el espíritu de Napoleón y de De Gaulle y defendió "el honor, el coraje y la grandeza" como el legado histórico del pueblo francés. "Somos también el país de una idea que se llama democracia", recalcó Jordan. "Y eso incluye el derecho a elegir libremente quién preside el destino de Francia".

Bardella calificó la sentencia contra su madrina política como "un ataque contra la democracia" y una "provocación para silenciar a la oposición política". "El patriotismo y el amor por Francia en nuestra esperanza para el futuro", concluyó el número dos de RN, que se despidió con un tributo personal a Marine Le Pen "como mujer de Estado" y con el lema con el que su partido aspira a concurrir a las presidenciales: "¡Hasta la victoria!".

Entre gritos de "¡Marine, presidenta!", Le Pen tomó la palabra a las 16:10 de la tarde y definió su batalla legal como "un combate esencial por la libertad y la democracia". "No conozco la renuncia ni el abandono", proclamó en un tono populista, en lo que los analistas consideraron como el lanzamiento oficial de su candidatura a las presidenciales, sin esperar a que se resuelva su recurso.

"Esta no es la sentencia que cabe esperar en un país democrático", declaró Le Pen, que culpó a los jueces y a "la brutalidad autoritaria de la Unión Europea" del intento de bloquear su candidatura a las presidenciales: "¡No ha sido una decisión judicial, ha sido una decisión política!".

Le Pen definió su resistencia como "un combate por los derechos cívicos" y comparó su lucha con la de Martin Luther King "frente a los opresores". La líder de RN denunció "el juego perverso de la criminalización de los adversarios" con un solo objetivo: mantener el poder mientras dejan el país en el caos.