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Más de 1.000 exclusivas, casi 56.000 vídeos y algo más de 1.200 programas, una media del 23,2% de audiencia y 2,7 millones de espectadores, 14 redactores, 9 reporteros, 6 editores de vídeos, Jorge Javier Vázquez (54) y Carmen Alcayde (51) como presentadores estrella y un sinfín de profesionales de sonido, luces, cámaras, atrezo, vestuario... Así era el ejército vespertino que tenía a su disposición Aquí hay tomate (2003-2008) para atacar a los famosos patrios.
La batalla empezó el 24 de marzo de 2003. Jorge Javier y Carmen ejecutaban las órdenes que venían de instancias superiores con el fin de desvelar la parte más oscura de los rostros más conocidos. La clave del éxito de Aquí hay tomate habría que dividirlo en dos partes. En primer lugar, la dialéctica, ya que usaban el lenguaje de forma políticamente incorrecta lleno de irreverencias, acidez, humor negro y sensacionalista. Esto daba pábulo a una serie de informaciones que terminaban por convertirse en algo sangriento.
Y, en segundo lugar, la visual, ya que fueron pioneros en ejecutar la táctica del cebo. Es decir, pequeños vídeos sensacionalistas que persuadían de tal manera a la audiencia que se quedaba pegada a la pequeña pantalla sin ser conscientes de que les estaban vendiendo humo. Asimismo, un grafismo gamberro y descarado potenciaba el plan preestablecido. Supieron fidelizar a los espectadores, callaron bastantes bocas y en más de una ocasión se les descontroló el invento. Estas técnicas fueron los pilares sobre los que se sustentó posteriormente Sálvame.
Tal y como afirma Esther Mucientes en su libro Por Sálvame ma-to: 14 años de revolución televisiva, el trato a los personajes era diametralmente opuesto a cómo lo hacía la prensa tradicional ya que "si había que ironizar, ridiculizar y traspasar líneas rojas nunca antes traspasadas, lo hacían". Uno de los leitmotivs de Paolo Vasile era "Si nos multan, pues se paga". Y vaya si pagaron.
Sonadas fueron las indemnizaciones que pagó la productora por entrometerse en la vida de algunos de los rostros más mediáticos. Entre las más elevadas figuran la de Enrique Iglesias (49) y Anna Kournikova (43) que obtuvieron 336.000 euros porque se habían manipulado unas imágenes en las que la ex tenista aparecía desnuda; a Gonzalo Miró (43) le otorgaron 200.000 euros por haber especulado con la identidad de su padre o los 180.000 euros que se llevaron José María Aznar (71) y Ana Botella (70) por intromisión ilegítima en el honor ya que el programa aseguró que se separaban por una infidelidad del ex político.
Uno de los personajes más queridos fueCayetana, XVIII duquesa de Alba, quien cada vez que veía al reportero Miquel Serra le llamaba 'Tomatito'. Y así se le bautizó. En muchos de esos vídeos la aristócrata estaba acompañada de su perrito Flashito, tan popular como ella. A pesar de la afinidad, la madre de Eugenia Martínez de Irujo (55) demandó a Aquí hay tomate por haber vulnerado gravemente su honor e intimidad sobre una supuesta infidelidad de la aristócrata.Le dieron 90.000 euros.
Otro de los personajes que ha marcado un hito histórico fue Belén Esteban (50) ya que el programa fue el altavoz para una de las frases más celebérrimas de Belén Esteban (50) mientras veraneaba en su apartamento de Benidorm. Porque, ¿Quién no ha oído aquello de "Andreíta, cómete ya el pollo, coño"? Ese grito de guerra aún sigue coleando después de varias décadas.
Tras colaborar en Extra Rosa y Sabor a ti, con Aquí hay tomate Jorge Javier se transformó en un gran monstruo mediático que Telecinco no quiso perder desde entonces a razón, según dicen, de tres millones de euros anuales. Carmen no solo se hizo conocida hasta el punto de convertirse en personaje sino que metió la patita en un sinfín de programas como Las Campanadas, Supervivientes: El debate o Sálvame. La retroalimentación era una baza indispensable.
No hay que olvidar a otros presentadores que les sustituyeron en las vacaciones estivales como Víctor Sandoval (57), Idoia Bilbao (54) o Francine Gálvez (57).
En la memoria colectiva aún colean reportajes casposos como el de Kiko Rivera rompiendo persianas con su cabeza, Aída Nízar que llegaba a los platos sin bragas o la lapidaria frase de Isabel Pantoja a las cámaras mientras paseaba con su amor, Julián Muñoz: "Dientes, dientes, que eso es lo que les jode".
Un mes antes de su quinto aniversario, la cúpula de Telecinco optó por cancelar Aquí hay tomate el 1 de febrero de 2008. Su esquela lo decía todo: "El más querido, el más odiado... El tomate. Hasta siempre". Los pocos famosos que estaban en la cuerda floja acabaron, tarde o temprano, para hacer gazpacho.