Europa, la llorosa ninfa de Lope de Vega, despreciada por el engañoso toro llamado Trump, el que tiene el pelo amarillo como Nerón, ha perdido las ropas del decoro y su sueño parece que se ha agotado. Y esta USA vuelve a querer ser imperialista y no la de los tramperos que llegaron en el Mayflower, donde nacieron los vaqueros y los buscadores de oro. Un pequeño grupo de aventureros que, como escribió Alexis de Tocqueville, fueron empujados al otro lado del océano para fundar la semilla de un gran pueblo, de una democracia. Salvaron a Europa, pero ahora, si no despierta con las amenazas, esto terminará mal.
Bismarck preguntó quién es Europa y se contestó: Europa solo es una noción geográfica, donde cada país se preocupa de tener más cañones que el vecino. Esto vuelve a ocurrir en este instante porque Europa carece de fuerzas armadas en un mundo en guerra. La UE funcionó al principio, pero enseguida volvieron a surgir los patriotas de lo pequeño y un nuevo imperialismo eurofóbico con un nacionalismo que añora las fronteras. Trump, que exigía una barbaridad para que le compremos armas, tendrá que esperar unos años, por lo menos a España.
Estados Unidos dice que quiere dejar de ser el primo americano; que Europa está en guerra y que para sobrevivir debe rearmarse. Exigen ya el 2% del PIB antes del verano. Von der Leyen le ha recordado a Pedro Sánchez que los países de la OTAN tendrán que incrementar el gasto en defensa. ¿De dónde vamos a sacar tantos millones de dólares? Europa tendrá que pagarse unas fuerzas armadas controladas por Trump, sin olvidar que Norteamérica necesita las bases españolas para su estrategia de seguridad, con Asia incluida, y ya van a empezar las marchas de la paz. Si Europa se acobarda porque Trump la ha humillado pactando con un dictador y le dice a todo que sí, no se recuperará de la ofensa. El presidente del Gobierno dice que España es el décimo contribuyente de la OTAN, pero Trump quiere que lleguemos al 5% porque nos hemos gastado una millonada comprando gas a Putin.
Ahora nos falta presenciar cómo se va a arreglar el Gobierno sin mayoría en las Cámaras y cuya supervivencia depende de minorías anti OTAN que se echarán a la calle para pagar la cuota sin tocar el estado del bienestar o castigando a los españoles con los impuestos.