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Revisando el revisionismo de Juan Luis Cebrián

Es chocante que Cebrián se jacte de haber criticado el terrorismo de Estado cuando, justamente, lo chocante ya fue la pasividad de 'El País' en los años 80

Juan Luis Cebrian, ex director ejecutivo de Prisa.
Juan Luis Cebrian, ex director ejecutivo de Prisa.Sergio González Valero
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El historial de los periodistas, y más en un país con los vuelcos políticos que ha sufrido España en los últimos decenios, no es sencillo, pero los intentos por parte de algunos profesionales de reescribir su propia biografía conforman uno de los capítulos más reveladores del colapso democrático que estamos experimentando. Y la reinvención de Juan Luis Cebrián por él mismo es uno de los capítulos más discutibles de este proceso revisionista, que ayuda poco cuando otros intentan recuperar los valores de la independencia profesional y del servicio al público, no a los poderes privados o políticos.

Desde su actual columna en The Objective, nueva actividad que el fondo de inversión que hoy controla El País aprovechó para despojarle de su título de presidente de honor de PRISA, como en entrevistas como la concedida a Maite Rico y publicada en EL MUNDO, Cebrián insiste en que El País ya no es el periódico "independiente y liberal" que fue con él en la dirección y la presidencia, y se defiende como hacía en la entrevista que apareció en nuestras páginas: "Del Gobierno de Felipe González no hubo ninguna dependencia. Estuvimos dos años, Jesús Polanco y yo, sin hablarnos con él, porque tuvimos dos contenciosos. Uno, la OTAN, y el otro, los GAL. Fuimos el primer periódico que criticó el terrorismo de Estado".

Llega un momento en que quien esto suscribe, que trabajó en dos etapas a las órdenes de Cebrián -como debutante en este oficio, en Informaciones, donde él fue redactor jefe y subdirector, y más tarde, brevemente, como redactor de El País- se ve obligado a corregir datos inciertos y resaltar los bandazos interesados del propio Cebrián. Ya en sus inicios, cuando trabajaba en aquel único periódico promotor de la democracia durante el tardofranquismo, como fue Informaciones, dejó atónita a la profesión abandonándolo para ir a dirigir los informativos de la RTVE franquista, naturalmente, bajo Carlos Arias Navarro.

Es chocante que Cebrián se jacte de haber criticado el terrorismo de Estado cuando, justamente, lo chocante ya fue la pasividad de El País en los años 80 cuando el GAL asesinaba a justos y pecadores en Francia mientras Diario 16 iba revelando la relación del Gobierno de Felipe González con aquella organización delictiva montada por el PSOE frente a ETA. Por ello pidió este cronista su finiquito en el diario de PRISA y se marchó.

Sí, el descaro progubernamental de los actuales dueños de El País es más patente aún que el de la etapa anterior, pero la "independencia" que recuerda hoy Cebrián es un mito: aprovechando la indignación de toda España con el golpe del 23-F de 1981, el periódico de Cebrián se agarró a la estela del PSOE para ocupar el primer puesto en la prensa nacional. Oportunismo partidista, desde hace más de 40 años.