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Sandra Barneda, hasta el moño de la hipocresía de La isla de las tentaciones

Hay que dar gracias cada edición de La isla de las tentaciones de que Sandra Barneda esté. Es el ancla con la realidad, es la voz de la conciencia, es la única que tiene dos dedos de frente. Anoche, no dejó vivo a ni uno solo de los participantes. Con Sandra Barneda, bromitas las justas

La isla de las tentaciones
Sandra Barneda se rompe en La isla de las tentaciones tras el ataque de nervios de Tadeo.MEDIASET
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Hay una frase que en esta edición de La isla de las tentaciones, las chicas se dicen una y otra vez: "Dilo, tata, dilo". La frase es como una especie de jaleo, de grito de guerra que una le dice a otra para mostrar su apoyo inquebrantable ante las decisiones o actitudes de su compañera. Una especie de frase de sororidad que en la mayoría de los casos pierde su sentido, si es que alguna vez tuvo alguno. Pero hay quien hay que decírsela bien alto, a grito pelado, que lo oiga todo el mundo es a Sandra Barneda. Lo de anoche lo demuestra

No creo que Sandra Barneda se haya encontrado en las siete ediciones que lleva presentando La isla de las tentaciones -recordemos que la primera la presentó Mónica Naranjo- un edición de tal calibre. Dos abandonos, huidas por doquier, ataques de ansiedad, camisas arrancadas, golpes a la tablet, a los asientos, a la arena, Montoya... Cada hoguera que vive Sandra Barneda es como adentrarse en La Casa del Terror del Parque de Atracciones de Madrid, nunca sabes qué puede aparecer, qué monstruo te va a salir o qué susto te vas a llevar. Sandra Barneda debe tener un seguro de vida que ni los pilotos de Fórmula 1. Pues mira, bien pagado está, porque sin Sandra Barneda, La isla de las tentaciones no sería La isla de las tentaciones y, por supuesto, esta edición no sería la más apoteósica que se ha vivido en la historia del reality. Lo de anoche lo demuestra.

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Mira que es difícil que sin prácticamente articular palabra, sólo con gestos, caras y alguna frase elegida a la perfección en el momento exacto, alguien se pueda convertir en absoluto protagonista y se coma al reality, a las parejas, a los tentadores y a quien se ponga por delante. Pues Sandra Barneda lo consigue. Lo de anoche lo demuestra.

Anoche Sandra Barneda repartió a diestro y siniestro, puso a todos en su sitio, dejó caer a los mitos y leyendas de La isla de las tentaciones 8 y no dejó a ni uno solo vivo. Sin aspavientos, sin una palabra más alta que la otra, sin ejercer de defensora de la moral, simplemente poniendo encima de la mesa las falsedades que las parejas se han construido en su cabeza; simplemente enseñándoles el "veneno" que son capaces de repartir; simplemente diciéndoles las cosas tal y como son y no como las están viendo en su cabeza. Dilo, tata, dilo.

Porque Sandra Barneda no se casa con nadie, ni siquiera con Montoya, y eso que su relación en La isla de las tentaciones 8 se ha convertido casi en una nueva trama. Sandra Barneda no tiene ojitos derechos y, aunque sufre casi al mismo nivel que sufren ellos y ellas, cuando hay que poner los puntos sobres las ies, los pone. Anoche se los puso a todos. Desde Montoya a Stephany; desde Anita a Andrea; desde Tadeo a Bayan. ¿Se dejó a alguno? A los que de momento no la han liado ni se la han liado parda.

La discusión entre Sandra Barneda y Montoya en La isla de las tentaciones

Montoya y Sandra Barneda han vivido (y lo que les queda) los momentos más intensos de La isla de las tentaciones 8. No ha sido sólo el vídeo de tres minutos que ha dado la vuelta al mundo con Montoya corriendo a la villa de las chicas para pillar a Anita acostándose con Manuel mientras Sandra Barneda gritaba el viral "¡Montoya, por favor!", sino que cada escena juntos es digna del mejor cine. Y anoche volvió a ocurrir. Resulta que Montoya ha caído en la tentación (digamos mejor que ha pensado en él que si decimos lo otro se enfada). Después de la anterior hoguera, volvió a la villa montaña y dijo, 'pues ahora me toca disfrutar a mí'. Se lió con Gabriella, se dejó llevar y aquí paz y después gloria.

Bueno, pues anoche se enfrentó a una hoguera más, en la que se volvió a ver lo que llevamos viendo de Anita y Manuel desde el segundo programa, esta noche carricoche. Y aunque juró y perjuró que no iba a sufrir, que no lo iba a pasar mal, que ya no iba a perder los papeles, ni él mismo se creyó lo que dijo.

"Para mí esto es una pesadilla porquees real lo que está pasando, ella (Anita) me llegó a decir que si yo caía en la tentación la destrozaba", explicaba Montoya antes de ver imágenes. Y claro, Sandra Barneda no se podía callar: "Y lo has hecho". "Pero no he caído en la tentación, está claro que yo no he caído. Tengo que mirar por mí", se excusaba él, mientras Sandra Barneda volvía a la carga: "Has caído porque has querido, puedes ser feliz estando solo". ¡Boom! Se puede decir más alto, pero no más claro. Dilo, tata, dilo.

Ahí quedaba la cosa, de momento. Montoya veía las imágenes. En ellas Anita hablaba de Manuel y le comparaba con él. "No pasa nada, me alegro de escuchar esas palabras, perfecto", decía Montoya, que podía observar más momentos de su pareja y Manuel en la cama."¿Yo merezco esto desde el minuto cero? No quiero que se me diga ni una vez más que yo he caído en la tentación, he caído dándome cuenta porque me merezco ser feliz", soltaba visiblemente molesto por las palabras de Sandra Barneda.

La isla de las tentaciones
Sandra Barneda, tras la huida de Stephany de la hoguera de La isla de las tentaciones.MEDIASET

"Por el motivo que sea, perohas decidido caer en la tentación con Gabriella, puedes darte cuenta sin caer en la tentación con nadie", le dijo Sandra Barneda, sin medias tintas. Quien bien te quiere te hará llorar, dicen. "Yo no quiero estar con ella, me da asco. He caído en la tentación y muy contento que estoy. He respetado los límites". ¿Los límites? En La isla de las tentaciones ni Dios ha respetado nada. Dilo, tata, dilo.

Eso sí, entre medias, Montoya siempre tiene la frase que rompe a Sandra Barneda: "Estás guapísima, Sandra". Y Sandra Barneda mantiene el tipo. Más que por los halagos porque es imposible que ella por dentro no esté diciendo, '¿pero esto qué es?'. Ahora, Montoya no fue el único. No, no, no. Pocos juegos y sinvergonzonerías con Sandra Barneda.

El ataque de Tadeo en La isla de las tentaciones

Tadeo, que estalló cual volcán tras ver a Stephany besándose con Simone, pese a que él ha hecho lo mismo con Mayeli, aunque con la diferencia de que él no se arrepiente de nada, también se llevó lo suyo. Tras abandonar la hoguera, arrancar de cuajo las plantas del suelo de la hoguera, dar un leñazo al asiento, irse a la playa a aplastar arena con el puño, cuando regresó al lado de Sandra Barneda, la presentadora de La isla de las tentaciones no tuvo ni medio miramiento.

"Se han besado, Sandra, me ha fallado, que me ha fallado con ese tío, y sabía el daño que me podía hacer... y le han bastado nada más que dos noches para tirar la relación. Realmente creo que siente algo por él, por eso lo ha hecho. Es un daño irreparable, ha estado conmigo no porque realmente quisiera, sino porque era su segunda opción", le señalaba Radeo a Sandra Barneda. Contestación de Sandra Barneda, "pero tú has hecho lo mismo con Mayeli (...) ¿Tú has echado el freno?". Dilo, tata, dilo.

"Con Mayeli, es verdad, que me he tentado bastante y, no te lo niego, me he dado un beso con ella", respondió. "¿Un beso solo?", señaló la presentadora. Dilo, tata, dilo. "Pero yo sí he echado el freno, tuve la oportunidad de dar un paso más y no lo quise hacer. Pensé en el daño que le podía hacer a mi pareja y rectifiqué. Pero si es verdad que todo lo que he hecho es porque lo he sentido". Menos mal que siempre nos quedará Sandra Barneda. La capacidad que tienen para dar la vuelta a la tortilla es digna de estudio sociológico.

Bayan y Anita, las venenito de La isla de las tentaciones

Y, cuidado, que las chicas no se iban a ir tampoco de rositas. Cuando Sandra Barneda se enteró de que Andrea había besado a Borja no le hizo falta decir ni una palabra, con las caras era más que suficiente. Cuando Bayan, sin ningún tipo de piedad, empezó a arremeter contra Eros después de ver imágenes de él completamente roto por la infidelidad de ésta con Torres, Sandra Barneda no pudo contenerse. A Dios gracias. Lo dicho, el ancla con la realidad.

Primero, le preguntó el motivo de su enfado. Si es difícil de comprender para Sandra Barneda, imagina para el resto. "Le veo así y me sabe fatal ser mala, pero no me duele. Yo he estado así cuatro años en mi casa. Con él no puedo tener empatía. Estas lágrimas no me sirven", sentenció Bayan, a lo que Sandra Barneda le insistió en que igual se había arrepentido de verdad. De hecho, lo único que le faltó a Sandra es haberle dicho, 'mira guapa, un poquito de compasión, por favor'. Pero compasión, cero. No sólo arremetió con contundencia contra Eros sino que se descojonaron de él y de las guarreridas españolas que hace con Torres. La cara de Sandra Barneda... La cara.

Con Anita no iba a ser menos, pero es que Anita es un caso perdido. Ella, que cayó en la tentación a los dos días por haber visto sólo unas imágenes de Montoya bailando con Gabriella, siempre tiene una respuesta para todo. Vio llorar a Montoya y no le salió más que un "es que le sale tan rápido la lágrima, Sandra. No me creo nada de este chico. ¡Falso, hipócrita! Me provoca risa". Le preguntó Sandra, por qué le provocaba risa. Es que ni ella la puede entender. "Todo. Que tiene valores, que tiene una atracción física con ella... Física sí, sentimental no. Y si la tiene me alegro por ellos. Ese no es mi novio,y desde que ha entrado no ha sido mi novio en ningún momento". Claro que sí, miramos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el nuestro.

Menos mal que Sandra Barneda ve la paja, la viga y todo porque si no fuera así, La isla de las tentaciones sería adentrarse en el surrealismo más extremo. Dilo, tata, dilo.