Hasta hace tres semanas Koldo Royo era prácticamente desconocido para la mayoría del público. Pese a ser un reconocido chef, el vasco era uno de esos concursantes de Supervivientes que los espectadores denominan "de relleno". Todo esto ha cambiado. Koldo Royo se ha convertido en uno de los concursantes del reality más queridos y valorados por la audiencia. ¿Cómo lo ha hecho? Haciendo auténticas barbaridades que nadie se podía imaginar que un hombre de 66 años, con un físico poco preparado para Supervivientes y tras haber superado dos cánceres pudiera hacer.
Koldo Royo es de esos concursantes que siendo consciente de sus limitaciones intenta superarse en cada programa dando ejemplo de que se puede ir a Supervivientes y no tirar de drama. Para Koldo Royo lo más fácil hubiera sido decir que a su edad no puede enfrentarse a determinadas pruebas, o que su cuerpo no aguanta las exigencias del reality o, directamente, pidiendo a la organización que con él levantaran la mano dada su edad y su estado físico. Pero Koldo Royo no ha hecho nada de eso, sino todo lo contrario.
No ha habido ni una sola prueba en la que no haya participado por considerar que no podía con ella. Ha participado en todas, se ha dejado la piel y en todo momento lo ha hecho con una sonrisa y un positivismo del que más de uno debería aprender. La semana pasada le vimos aguantar el equilibrio, mientras mantenía una pesada pelota sobre un riel sin dejar atrás su sonrisa. Le vimos en el barro el día del estreno de Supervivientes 2025, le hemos visto lanzándose al agua, tirándose del helicóptero y ni una sola vez ha protestado ni ha abandonado. Anoche volvió a suceder y, esta vez, los espectadores no pudieran más que rendirse ante él.
La primera prueba de la noche consistía en cruzar una pasarela dentro del agua sin caerse, lanzarse al mar, bucear, recoger un saco de cocos, volver a cruzar la pasarela y correr a echar la bolsa a un cesto. Por supuesto, vimos a los mejores preparados físicamente darlo todo. Aplauso para todos ellos. Sin embargo, lo de Koldo Royo fue la demostración de que cuando se quiere, se puede. Sabe que no es el más fuerte, que no va a ganar ninguna prueba física, que va más lento, que en algunas ocasiones puede retrasar a sus compañeros, pero no desiste ni dice que no a nada.
Anoche, el equipo de Playa Calma le dejo entre los últimos para realizar la prueba. Koldo Royo no dijo ni, aun siendo una prueba en la que se necesitaba equilibrio, rapidez y fuerza. Corrió como puede correr una persona de 66 años con su físico, se tiró a la pasarela, al agua, recogió su saco, volvió y se lanzó de nuevo a la pasarela pegándose tales guarrazos que los espectadores no pudieron más que rendirse, de nuevo, a sus pies. No quiero imaginar cómo estará hoy su cuerpo después de los golpes que se dio contra la pasarela. Podía haberse parado, podía haberle dicho a Laura Madrueño que no podía con ello, podía haber hecho que su equipo se retrasase, pues no hizo nada de esto sino que siguió y siguió sin desfallecer en ningún momento, y siempre y en todo momento con una sonrisa y una cara de felicidad que es aún más impresionante que su fortaleza.
"Koldo me parece más increíble en cada programa que pasa, es admirable la fuerza, el espíritu y las ganas que le pone, es un verdadero mérito hacer lo que hace a su edad, chapó"; "Lo de Koldo es una puñetera barbaridad"; "A esos que critican a la gente mayor y con desprecio y les llaman viejos y aunque él mismo de broma se lo diga,ahí está Koldo, sin mareos,sin malestares, aguantando lo que le echen y tan feliz"; "Mi ganador es Koldo simplemente por la autosuperación y el esfuerzo que demuestra". Son algunos de los muchísimos comentarios que provocó anoche Koldo Royo en las redes sociales.
Fue su amiga María, defensora en el plató de Supervivientes, la que al principio del reality desveló de dónde saca esa fuerza y afán de superación el supervivientes: "Es un auténtico superviviente, tanto dentro como fuera del programa. Ha superado dos cánceres y ha decidido demostrar que sigue siendo fuerte". Y ahí está, dándolo todo en cada programa, en las mismas condiciones que el resto y generando un buen rollo, increíble. Que no da salseo ni contenidos, no, no los da, pero sólo ver lo que hace y lo que significa para mucha gente es más que suficiente. Aguante lo que echen y sin hacer ni una sola trampa, cosa que no se puede decir de otros como... Anita Williams.
Las descaradas trampas de Anita en Supervivientes
Anoche, mientras Koldo Royo se ganaba el aplauso y la admiración de todos los espectadores, Anita Williams perdía todo lo ganado durante estas semanas en Supervivientes. Ella, que llegó al reality siendo la mala malísima de La isla de las tentaciones, tenía un objetivo: cambiar esa pésima opinión que se había fraguado en La isla de las tentaciones. Empezó fuerte, haciendo el salto más alto de la historia de Supervivientes, ganando pruebas complicadísimas al mismísimo Montoya o Manuel. Poquito a poco, todo ese hate que acumuló con la otra isla se estaba transformando en todo lo contrario, hasta anoche, cuando la pillaron con el carrito del helado.
Por primera vez en Supervivientes -anoche hubo muchas cosas por primera vez, como la expulsión de Nieves Bolós, anoche-, los supervivientes se enfrentaron a la primera prueba de recompensa en conjunto. Es decir, participaban en equipo y no de manera individual. La prueba fue otra tortura, porque, no nos engañemos, torturar a los supervivientes nos encanta.
Cada equipo se tenía que agarrar a un mástil clavado en el agua, sin ningún tipo de soporte para sostenerse e intentar durar el mayor tiempo posible. Ganaría el equipo que más tiempo sumase. Ahí estuvo de nuevo Koldo agarrado como un koala y aguantando como un jabato. Ahí estuvo Borja que hizo una demostración no sólo de fuerza sino también de fortaleza mental. Y ahí estuvo Anita Williams haciendo trampas de manera descarada y saltándose hasta las indicaciones de Laura Madrueño. ¿Hizo algo la organización? ¿La descalificó como ya hiciera el domingo con Álvaro Muñoz Escassi por apoyarse en una madera? No. Pero, ¡ay! El público lo ve todo y no pasa ni una.
Ganó su equipo, pero ella perdió todo lo ganado durante estas semanas. La sombra de la duda y de las trampas se cernió de nuevo sobre Supervivientes. Resulta que en los mástiles donde tenían que estar agarrados había en la puerta superior un agujero donde se podía meter los dedos y que sirviera de sostén. Efectivamente, no es un gran apoyo, pero es una gran ventaja con respecto a los demás y, sobre todo, con respecto al otro equipo donde absolutamente nadie lo utilizó para mantenerse más tiempo en el mástil. Realmente, no lo utilizó nadie más que Anita.
"Anita, cuidado con los dedos. No se pueden apoyar los dedos en los agujeros", le señaló Laura Madrueño, después de que la cámara captase sin ningún tipo de duda cómo se agarraba con una de sus manos a uno de los agujeros del mástil. ¿Y qué ocurrió? Pues que los fervientes seguidores de Supervivientes estallaron, pidiendo incluso la descalificación fulminante de Anita Williams y revisando todas las pruebas que ha hecho hasta ahora en Supervivientes para ver si había hecho más trampas. Y resulta que sí, también en un palo y hace unos días cuando ganó a Montoya y se ganó la alabanza de los espectadores por aguantar más tiempo sujeta a la barra y en el aire. Pero resulta que el público ha descubierto que tampoco fue muy legal, pues cuando Laura Madrueño les indicó aquella noche que tenían que soltar un brazo, Anita Williams lo mantuvo. ¡Ay, ay, ay, que la han cazado!
Anita y Koldo son las dos caras de la misma moneda. El lado oscuro y el lado luminoso de la fuerza. A Koldo Royo no le importa no ganar porque para él la victoria es simplemente poder hacerlo. Anita, en cambio, sí que quiere ganar, sí que quiere quedar por encima, sí que quiere que los espectadores la aúpen a lo más alto, pero... pero con trampas esto no funciona.