La Comisión Europea ha decidido retrasar semanas hasta después de las elecciones europeas del próximo día 9 de junio su examen sobre si España e Italia han cumplido compromisos como para recibir nuevos pagos de fondos europeos.
Un portavoz oficial se limita a señalar que continúa "el análisis" de las solicitudes realizadas por ambos países para el cuarto y quinto pago, respectivamente, y otras fuentes de la Comisión conocedoras señalan a este diario que se va a seguir la lógica de no dar a conocer decisiones en la recta final de campaña electoral.
Bruselas sigue así la "regla no escrita" que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reprochó al juez Juan Carlos Peinado por emitir una resolución antes de las elecciones sobre su esposa, Begoña Gómez. Pero, paradójicamente, la Comisión Europea se salta con ello el calendario que esperaba el mismo Gobierno de Sánchez, que confiaba en que daría a conocer antes de las elecciones una decisión positiva sobre los 10.000 millones del cuarto pago solicitado.
El propio ministro de Economía, Carlos Cuerpo, declaró el pasado día 23 en Barcelona que esperaba que, tras la reforma exprés del subsidio de desempleo, Bruselas daría por cumplidos todos los compromisos y desbloquearía los 10.000 millones en su integridad "antes de final de mes". Es decir, la semana pasada.
El calendario de Cuerpo coincidía con el anunciado oficialmente durante su visita a Madrid el pasado marzo por el comisario europeo de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni. Éste anunció una prórroga del examen hasta el pasado 21 de mayo. Bruselas extendió ese plazo unos días, según la versión de Cuerpo, para estudiar la reforma del subsidio presentada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, el 22 de mayo, pero finalmente ha decidido tomarse mucho más tiempo extra sin respetar el propio plazo anunciado por el comisario socialista italiano.
La tardanza del Ejecutivo comunitario está siendo excepcional. Por un lado, el Gobierno de Sánchez solicitó el cuarto pago el pasado diciembre dando por cumplidas reformas como la de la Seguridad Social, pese a que el Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal o el Fondo Monetario Internacional la consideran insuficiente para cuadrar las cuentas. También el llamado informe sobre envejecimiento de la propia Comisión alerta sobre que España será el país que más incremente el gasto en pensiones en las próximas décadas. Sin embargo, Gentiloni ha declarado públicamente que está dispuesto a dar por buena la reforma de José Luis Escrivá apoyándose en que la propia ley prevé un mecanismo de emergencia para corregir el déficit subiendo cotizaciones de forma extra si es necesario. También es clave para el examen la Ley de Vivienda que, según Fedea, no ha cumplido notoriamente objetivos y debería ser rechazada por la Comisión Europea.
Por otro lado, el Gobierno de Giorgia Meloni, logró el cuarto pago ya el pasado año adelantando por primera vez al de Sánchez y solicitó también el pasado diciembre el quinto pago por valor de 10.600 millones. La Comisión Europea tiene cada vez más problemas para entregar la totalidad de las solicitudes por el deficiente cumplimiento de los hitos y objetivos de los Gobiernos y está optando más por dar tiempo más allá del previsto teóricamente en el reglamento europeo e intentar evitar así pagos parciales.