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Viernes 27/08/2010. Actualizado 14:24h.
URGENTE |
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ITALIA | Falleci� a los 82 a�os
Francesco Cossiga durante una conferencia en 2008. | EFE
El democristiano Francesco Cossiga, que fue octavo jefe de Estado de Italia, fallecido este martes, pasar� a la historia como el Presidente m�s pol�mico de la Rep�blica Italiana, el "hombre solo" -como se defini� cuando dimiti� en 1992-, que sacudi� las instituciones a base de controversias y salidas de tono.
Tambi�n ser� recordado como el ministro de Interior que le toc� lidiar con uno de los episodios m�s tr�gicos de la reciente historia del pa�s; el secuestro y asesinato del l�der democristiano y ex presidente del Gobierno Aldo Moro en 1978.
Ese suceso supuso un antes y un despu�s en su carrera pol�tica y su dimisi�n como ministro de Interior, cargo que ejerci� desde 1976 y que le brind� la custodia de los secretos del pa�s en uno de sus periodos m�s convulsos, marcado por ataques terroristas, manifestaciones masivas, esc�ndalos y corrupci�n generalizada.
Nadie pensaba que este sardo, nacido en Sassari (Cerde�a) el 26 de junio de 1928 y licenciado en Derecho, casado, con dos hijos, discreto y muy prudente al principio provocara en el �ltimo a�o y medio de su mandato presidencial, de 1985 a 1992, un aut�ntico terremoto pol�tico-institucional.
Pretend�a llegar a una Segunda Rep�blica, de corte presidencialista, y para conseguirlo no dud� en dimitir, no sin antes criticar a la clase pol�tica a trav�s de los famosos "picconate", picazos, golpes de picos, que reparti�, de manera metaf�rica, a diestro y siniestro contra todos los grupos y los pol�ticos.
Durante sus primeros a�os de mandato actu�, sin embargo, como un "monarca constitucional": reinando pero no gobernando y siempre con una prudencia exquisita. Hasta que se desat� el "cicl�n Cossiga".
Todo comenz� cuando se descubri� la existencia de la red 'Gladio', organismo paramilitar, secreto, considerado ilegal por el Parlamento y cuya misi�n era, al parecer, la defensa del pa�s en caso de un hipot�tico ataque del desaparecido Pacto de Varsovia.
Cossiga dijo que los "gladiadores" eran "patriotas" y a partir de ese momento, el jefe del Estado no falt� un s�lo d�a en las portadas de los diarios.
El ex comunista Partido Democr�tico de la Izquierda (PDS) le denunci� por alta traici�n y pidi� su inhabilitaci�n.
Pero no se qued� ah�. Tambi�n dijo que eran patriotas algunos miembros de la ilegal y subversiva Logia Mas�nica Propaganda Dos (P-2), de Licio Gelli. La reacci�n de la izquierda no se hizo esperar y las peticiones para que dimitiera fueron a coro.
Ante la lluvia de cr�ticas, pidi� el apoyo oficial de su partido, aunque ya no militara, pero la Democracia Cristiana (DC) le dio una de cal y otra de arena.
Se sinti� desenga�ado y a partir de ese momento comenz� su "cruzada" contra la DC, a la que acus� de haber llegado a un pacto secreto con la izquierda para derrocarlo.
Cossiga fue elegido por primera vez diputado en 1958 y, tras ocupar diversos cargos en los gobiernos de Aldo Moro, de Giovanni Leone, de Mariano Rumor y de Giulio Andreotti, form� su primer gobierno en 1979 por encargo del presidente de la Rep�blica, Sandro Pertini.
Una crisis pol�tica derrib� su gobierno, tras ser acusado de facilitar la salida de Italia al terrorista Marco Donat Catt�n, hijo del pol�tico dem�crata cristiano del mismo apellido, perteneciente al grupo "Prima L�nea", cuando Cossiga era ministro de Interior.
Despu�s volvi� a encabezar otro Ejecutivo de coalici�n, hasta el 27 de septiembre de 1980.
Fue senador, presidente de la C�mara Alta y, finalmente Presidente de la Rep�blica. Dimiti� en 1992 y desde entonces fue senador vitalicio.
Pero su ambici�n pol�tica no termin� ah�: en noviembre de 1997, con 69 a�os, tras la derrota del centroderecha en las elecciones municipales, Cossiga decidi� fundar un partido pol�tico de centro semejante al 'pentapartido' que gobern� Italia durante 50 a�os.
Quer�a resucitar el espacio de inspiraci�n democristiana, un partido de centro. As� naci� un a�o despu�s la Uni�n de los Democr�ticos para la Rep�blica (UDR). Pero 17 meses despu�s, abandon� el proyecto.
La siguiente controversia lleg� cuando en el a�o 2000 se ali� con Silvio Berlusconi, con quien sus relaciones siempre fueron borrascosas, para apartar a la izquierda del Gobierno.
Visit� Espa�a en varias ocasiones, invitado por el Partido Nacionalista Vasco, con el que manten�a excelentes relaciones, lo que le cost� m�s de alg�n roce con el ex presidente popular, Jos� Mar�a Aznar.