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SIRIA | Las fuerzas de seguridad abren fuego contra los disidentes

La represi�n siria deja otras 13 v�ctimas en los funerales por la masacre del viernes

AVISO: im�genes sensibles. | YouTube

Un manifestante muestra su mano ensangrentada en un funeral en Izraa. | AP M�S FOTOS

Un manifestante muestra su mano ensangrentada en un funeral en Izraa. | AP M�S FOTOS

  • Al menos 13 personas mueren en los funerales por disparos
  • Seg�n un grupo opositor, la cifra de v�ctimas de ayer llega a los 112
  • Decenas de miles de sirios exigen en la calle el "derrocamiento del r�gimen"
  • Dos diputados elegidos por Deraa y el muft� de la regi�n dimiten como protesta por la violencia

El r�gimen sirio no da tregua a los opositores. El presidente Bashar Asad promete un camino hacia la apertura y la democracia pero mientras tanto ordena a sus soldados, polic�as y pistoleros camuflados de civil abortar cualquier manifestaci�n de protesta. Disparando o arrestando, ya que seg�n fuentes de la oposici�n en las �ltimas horas hay importantes redadas en todo el pa�s. El funeral es tambi�n escenario de la violencia y blanco de los francotiradores. Se entierra, se protesta y se muere. As� es la Siria de finales de abril.

Pese a que el viernes, con m�s de 100 muertos, fue la jornada m�s grave de esta ola de protestas contra la dictadura siria, decenas de miles de ciudadanos no se han amedrentado y han asistido a los tensos funerales por las muertos del viernes. Funerales numerosos ya que, seg�n varias fuentes, las bajas superaron ampliamente el centenar. El r�gimen alega que son "escenas prefabricadas" pero la Red ense�a im�genes dram�ticas de disparos y mucha sangre.

Seg�n AFP, al menos 13 civiles han fallecido este s�bado en los funerales de los manifestantes v�ctimas de los disparos de francotiradores o las fuerzas de seguridad de Basad. Solo en Duma, un suburbio de Damasco, han muerto al menos cinco asistentes y en la regi�n de Deraa otros cinco. En el barrio de Barzeh (en Damasco) han muerto otros tres.

Seg�n el grupo opositor Revoluci�n Siria, muy activo en las redes sociales, la cifra de v�ctimas por disparos de agentes y sicarios del r�gimen ayer llega ya a los 112. "La mayor�a de los nombres han sido confirmados", dicen en su p�gina de Facebook. Otras fuentes hablan de 88 muertos.

V�deo de Revoluci�n Siria en YouTube

Manifestaciones en los entierros

Hoy, como ha sucedido en las �ltimas semanas, los m�ltiples entierros se est�n convirtiendo en manifestaciones y enfrentamientos. Decenas de miles de sirios exigen a viva voz el "derrocamiento del r�gimen", seg�n testigos citados por Reuters.

Algunos de estos funerales se celebran en Damasco y en al menos uno de sus suburbios, as� como en el municipio meridional de Izra, en donde la masa coreaba "Bashar Asad, traidor. Larga vida a Siria, abajo Bashar".

Seg�n activistas de la oposici�n, algunas �reas de la capital estaban cercadas por soldados y polic�as esta ma�ana. Adem�s, denuncian que en Homs las autoridades rechazan entregar los cad�veres a sus familias hasta que �stas digan a la televisi�n que sus hijos fueron v�ctimas de grupos de salafistas.

Dimisiones

En se�al de protesta por la represi�n, el diputado sirio Naser al Jariri ha anunciado su dimisi�n. "No tiene sentido servir al pueblo en el Parlamento si no puedo hacer nada para defenderlo ante los actos de traicion de las fuerzas de seguridad", ha declarado a la cadena �rabe Al Arabiya.

Adem�s, un segundo diputado, Jalil Rifaei -que como Jariri es representante de la castigada regi�n de Deraa, donde naci� el movimiento de protesta- tambi�n ha dimitido por id�nticas razones, seg�n Al Yazira.

Tambi�n el muft� (cl�rigo musulm�n) de Deraa, nombrado por el gobierno, ha presentado su dimisi�n este s�bado. "Habiendo sido designado para dar fatwas [edictos religiosos], presento mi dimisi�n como resultado de la ca�da de v�ctimas y m�rtires por el fuego de la polic�a", asegur� Rezq Abdulrahman Abazeid a Al Yazira.

Encrucijada de Bashar Asad

Tras la sangrienta represi�n de este viernes, las palabras de reforma del presidente sirio Bashar Asad est�n claramente en entredicho tanto fuera como dentro del pa�s. Su receta del palo (disparos y detenciones) y zanahoria (fin del Estado de Emergencia) ante las revueltas iniciadas a mediados de marzo contra la dictadura se basa ya s�lo en el primer ingrediente.

Asad no tiene tiempo para sacarse de la chistera nuevas reformas que calmen las protestas ni tampoco para contestar las acusaciones del presidente estadounidense Barack Obama sobre la ayuda iran� en la violenta represi�n. El presidente sirio se prepara ante un s�bado caliente que provocar� m�s muertos, m�s funerales y m�s protestas.

Mientras, sigue la contundencia en las calles y censura en los medios de comunicaci�n. En la agencia estatal SANA, no hay rastro del m�s de centenar de muertos. Su versi�n de unos hechos -condenados por muchos pa�ses- habla de im�genes prefabricadas.

Seg�n el medio oficial y portavoz del r�gimen, las fuerzas de seguridad han incautado "varios celulares de grupo criminal armado que conten�an 'chips' no sirios" y c�maras digitales de alta tecnolog�a. "Ten�an salvado en su memoria digital varias piezas y escenas prefabricadas que demuestran actos de violencia y opresi�n a los manifestantes. Tambi�n se incautaron palos, espadas y piezas met�licas que las utilizaban en las manifestaciones contra las fuerzas de seguridad", argumenta.

Por supuesto, SANA no recoge ni habla de la cifra de muertos dadas por la oposici�n y grupos de derechos humanos. Seg�n el r�gimen, hay s�lo una decena de muertos en una jornada en la que "las fuerzas de seguridad s�lo utilizaron gases lacrim�genos y ca�ones de agua" para frenar las protestas. Siguiendo con su teoria, el sonido de disparos en las diferentes ciudades fueron prefabricadas o la respuesta natural a "ataques armados".

Por ejemplo, informa de la acci�n militar para repeler el ataque de un grupo armado en la localidad de Izraa. Situada cerca de la sure�a Deraa, epicentro de la revuelta contra la dictadura, Izraa fue uno de los escenarios con m�s violencia en la jornada del viernes.

A medida que se multipliquen las manifestaciones, a Asad le quedar�n ya s�lo dos opciones para frenar las protestas: moverse pol�ticamente con alg�n tipo de concesi�n que calme a los opositores (cosa improbable ya que exigen el fin del r�gimen) o seguir ordenando el disparo contra los manifestantes, cueste lo que cueste en vidas y aislamiento internacional.

El objetivo de Asad es evitar por todos los medios que la revuelta llegue de forma extensa a las dos principales ciudades, Damasco y Alepo. Si caen, el siguiente ser� Asad y su dinast�a alau�. La mayoria sunita espera.

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