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El acuerdo por la Selectividad común suscrito por las 12 autonomías del PP está flojeando nada más arrancar. Este curso los alumnos de estas regiones -el 72% de los bachilleres de toda España- harán la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) los mismos días, con los mismos criterios de corrección y con contenidos compartidos, pero la pactada estructura común de cada uno de los ejercicios no es la misma en todas las CCAA, según la comparativa realizada por EL MUNDO a partir de los modelos de examen de varias asignaturas. En Lengua, el comentario de texto cuenta un 42% más en Madrid que en Murcia. En Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, la estadística y la probabilidad tienen el doble de importancia para los alumnos madrileños y gallegos que para los murcianos.
Estos días se han ido publicando los modelos de prueba en varias CCAA. Al menos en el caso de Madrid, Murcia y Galicia, las comisiones organizadoras de la Selectividad -compuestas por representantes del gobierno regional, de los institutos y de las universidades- no se han ceñido a la estructura común de los ejercicios acordada el día 2 por Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid y Murcia. Cada una de las comisiones -especialmente las universidades- han ido por su lado en buena parte de las materias:
Lengua
Los seis campus públicos madrileños difundieron el miércoles modelos de exámenes que, en Lengua Castellana y Literatura, se diferencian mucho en su estructura de las pautas acordadas el pasado día 2 por las 12 regiones del PP. Estas indicaciones consensuadas daban un máximo de 3,5 puntos sobre 10 al comentario de texto, mientras que en el modelo de Madrid se califica con hasta 5 puntos: un 42% más (1,5 puntos extra). A cambio, en esta región se rebaja el peso de la educación literaria: de los 4 puntos que preveía el pacto popular a sólo 2 puntos.
En Murcia y Galicia sí han seguido las puntuaciones acordadas en los bloques generales -3,5 para el comentario y 4 para la educación literaria-. Pero, a la hora de ir al detalle, el examen murciano ha querido dejar la impronta autonómica dentro de los epígrafes sobre comunicación escrita, donde adicionalmente se pide a los alumnos que redacten un texto argumentativo y el orden de las puntuaciones no sigue la doctrina oficial. En Galicia se diferencian poniendo 4 preguntas cuando se decidió que fueran 6, además de distinguirse con ligeros cambios en los epígrafes de reflexión sobre la lengua, donde hay mayor optatividad de la prevista y la puntuación difiere.
«El que más cumple con la estructura común acordada es el examen de Galicia y el que menos, el de Madrid. Sus preguntas de literatura fomentan la memorización, que es lo que se pretende desterrar con la nueva PAU», valora Sergio Mira Jordán, profesor de Lengua Castellana en un instituto público de Gran Canaria que ha accedido a comparar y valorar los tres exámenes.
Inglés
Francisco Javier Sánchez-Verdejo, profesor de Inglés en un instituto de Tomelloso (Ciudad Real), ha visto que es posible ceñirse al acuerdo porque en Castilla y León el modelo de examen lo ha hecho reproduciendo punto por punto el esquema original. «En Galicia, Murcia y Madrid no se respeta la estructura acordada. En Murcia se puntúa sobre 100 en vez de sobre 10 y la expresión escrita cuenta hasta 4 puntos en vez de los 3 previstos en el documentos de las 12 CCAA, además de pedir la redacción de un texto de entre 150 y 175 palabras cuando en lo pactado se decía entre 120 y 150.Tampoco se respeta la parte de comprensión y lengua, a la que se dan 6 puntos en vez de 7. Y la puntuación no coincide dentro de los bloques. Por otro lado, se ofrece ayuda a los alumnos con palabras que les puedan resultar difíciles», explica.
¿Y qué pasa en las otras dos regiones? «En Galicia la expresión escrita cuenta 2,5 puntos cuando en el acuerdo puntúa 3, mientras que la comprensión vale 7,5 cuando en el acuerdo es de sólo 7. Y hay otros detalles. Por ejemplo, hay 6 preguntas de verdadero o falso cuando deberían ser 4 y se valoran con 1,5 puntos cuando debería ser con 2. En Madrid se pide escribir un texto más largo que el del acuerdo y tampoco coinciden el número y valoración de las cuestiones de encontrar sinónimos, de opción múltiple, de explicar con las propias palabras o de verdadero o falso, donde en Castilla y León el alumno puede conseguir 2 puntos por 4 preguntas y en Madrid el mismos resultado por 3».
Matemáticas
Carlos Madrid, profesor de Matemáticas en un instituto de Torrelodones (Madrid) , ve que en Matemáticas II las regiones analizadas respetan el acuerdo del PP «porque en esta asignatura se deja espacio a la diferencia». Pero, al revisar los modelos de exámenes de las Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, ha visto que en Murcia no se cumple lo establecido porque la pregunta de estadística y probabilidad sólo vale 2,5 puntos cuando se decía que «a cada apartado se le otorgará un valor de 3 o 4 puntos». Eso significa que «en Murcia esta pregunta sólo vale 2,5 puntos y, en cambio, en Madrid y Galicia llega a calificarse con 5 puntos, el doble». Galicia y Madrid sí cumplen el acuerdo en esta materia.
Latín
En Madrid las puntuaciones difieren respecto al acuerdo del PP:la traducción vale 5 puntos frente a 4; el análisis sintáctico se computa con 1,5 frente a 1, y la educación literaria se califica sobre 1,5 y no sobre 2. Murcia también se sale del acuerdo al preguntar por mitos y no por literatura latina e instar a los alumnos a indicar al menos dos derivados de cada una de las palabras propuestas cuando la idea original era que se localizara, se explicara el significado y se aplicaran dos expresiones latinas. En Galicia la traducción se califica con hasta 5 puntos, como en Madrid, otra licencia de la comisión organizadora. Además, en el examen gallego se permite como alternativa responder en latín cinco cuestiones derivadas del texto, una particularidad que no recogía el acuerdo.
Consultado al respecto, el catedrático de Latín Horacio Silvestre, director del instituto público con Bachillerato de Excelencia San Mateo de Madrid, responde que «se busca fomentar el latín vivo, una corriente metodológica que ahora está de moda». Él encuentra «discordancias» en el tamaño de los textos que los alumnos tienen que traducir: el de Madrid tiene hasta 40 palabras; el de Galicia, 35, y el de Murcia, 28. ¿Puede un texto más breve ser más difícil que uno más largo? «Un texto de 40 palabras es más difícil que uno de 28 porque los alumnos tienen que buscar todas las palabras en el diccionario, algunos incluso buscan la palabra et».