- La cita Abascal, Le Pen, Salvini y Orban proclaman desde Madrid su hermandad con Trump sin ser "perritos falderos", contentan a Putin y atacan a Sánchez y Feijóo
- Los invitados Abascal recibe a sus socios europeos tras expulsar a los críticos por el cambio de alianzas: "Con Meloni íbamos muy bien; con Orban y Le Pen..."
El acto era de Patriots, pero los vítores eran a Santiago Abascal. Quienes aguardaban la entrada de Marine Le Pen, Viktor Orban y Matteo Salvini -entre otros rostros europeos- lo hacían entre "vivas" a España y al líder de Vox. Eran decenas de concejales y cargos orgánicos del partido, congregados en Madrid para cerrar la cumbre de dirigentes conservadores y de extrema derecha de la que Abascal ejerce como anfitrión.
Un acto, con tintes de mitin, en el que las tesis de Vox se han escuchado por boca de sus invitados europeos, que han llamado defender la "soberanía nacional frente al globalismo" y las fronteras contra la inmigración. Pero las consignas mejor recibidas por el público no han sido las que hablaban de economía, ni de "wokismo" o "identidad patriótica". El auditorio lo que quería, y aplaudía puesto en pie, eran las críticas a Pedro Sánchez y, también, a Alberto Núñez Feijóo. Cuando el portugués André Ventura ha proclamado que el presidente del Gobierno está "cerca de la cárcel" y que el popular es como el socialista, se ha aupado como el favorito de los asistentes.
Aunque la cita solo convocaba a los "socios" europeos de Abascal, la primera en intervenir -telemáticamente- fue María Corina Machado, con quien Vox presume de tener una relación "estrecha". "Hay conciencia de que la nuestra es una lucha global", ha reivindicado la opositora venezolana, llamando a la "organización social" contra los "enemigos de la libertad".
También ha hecho aparición Javier Milei, aliado por excelencia de los de Abascal. Aunque en su caso ha sido más bien breve. "Viva la libertad, ¡carajo!", ha proclamado en un vídeo de apenas 30 segundos que se ha proyectado en un auditorio al que también se le ha hecho corta la intervención del argentino. Cuando ha terminado Milei, algún asistente se preguntaba si el plato fuerte, un mensaje de Donald Trump, se estaba reservando para el final. Pero no ha sido así, y el estadounidense solo ha estado presente en la cita a través de las palabras del resto de dirigentes, que han celebrado su victoria.
Los aplausos a Abascal se han sucedido durante todo el evento, solo interrumpidos cuando, recién empezado el acto, una activista de Femen ha irrumpido en el auditorio al grito de "al fascismo ni un paso más". Los asistentes han respondido con más odas a los "patriotas", al líder de Vox y a sus socios internacionales, mientras varios agentes de seguridad sacaban a la mujer del recinto.
Aunque los presentes eran, en amplía mayoría, concejales y cargos orgánicos del partido, en ocasiones su papel ha sido más el de "simpatizantes". Algunos venían enfundados en banderas de España y otros, a falta de ella, insistían en responder con "vivas" a la nación ante cada frase que pronunciaran los dirigentes sobre el estrado. Eran más de 1.500 los asistentes al acto y, pese a que Vox cada vez aglutina mayor apoyo entre los jóvenes, la media de edad del público de hoy era más alta.
El acto de hoy cerraba una cumbre que empezó ayer con una "reunión de trabajo". Pero la cita que en el partido español aguardaban con más ansia era la de este sábado, pues la veían como la oportunidad de hacer gala de sus lazos internacionales de cara al público, y a sus bases. Buscaban en Vox una imagen: la de Abascal ovacionado por "aliados" europeos y dirigentes nacionales. Y estos se la han dado.