- Política Junts sopesa retirar la cuestión de confianza y dar "más tiempo" a Pedro Sánchez para que cumpla las cesiones pendientes
- Cataluña Gobierno y Generalitat aceleran los traspasos para facilitar el acuerdo de Presupuestos con Junts y ERC
Junts per Catalunya ha acordado con el PSOE retirar la petición de cuestión de confianza a Pedro Sánchez siempre y cuando en un plazo de 48 horas reciba una propuesta formal para traspasar «de forma integral» todas las competencias de inmigración a Cataluña. Según ha sabido EL MUNDO, fue la dirección de la formación independentista la que propuso que el mediador internacional, Francisco Galindo, confeccionara un comunicado en el que planteara retirar la proposición no de ley y que no lo publicitara hasta el día de ayer.
En el mismo, el verificador «pide» que «considere retirar tal propuesta ante el escenario que se abre en las próximas semanas en relación con los temas más sensibles que se han estado trabajando hasta la fecha». «Una ruptura del espacio significaría un retroceso difícil de superar», añade, al tiempo que recalca, también a instancias de Junts, que «es un hecho real que a día de hoy no se han materializado algunos de los puntos en los que existe acuerdo político entre las dos partes».
Eso sí, el partido de Puigdemont condiciona aceptar la posición de Galindo a que los socialistas pongan sobre la mesa un informe jurídico que avale que tanto la gestión de las fronteras como de los procesos de expulsión de inmigrantes pase a depender de la Generalitat catalana, cuestión que el PSOE ya ha anticipado en las reuniones con el partido de Carles Puigdemont que no puede satisfacer en los términos exigidos al ser abiertamente inconstitucionales.
Fuentes participantes en las reuniones aseguran a este periódico que Junts decidió desbloquear la situación con la fórmula del comunicado del verificador ante el riesgo de «ruptura total» a pesar de que una importante facción de la formación nacionalista no está conforme con la misma y era partidaria de mantener el pulso a Sánchez.
El pacto entre secesionistas y socialistas, fraguado el pasado viernes en una reunión celebrada en la localidad suiza de Zúrich, establecía además que ambas partes guardaran silencio hasta el pronunciamiento público de Galindo. De ahí que la cúpula de Junts acuse ahora al PSOE de haber traicionado lo acordado después de que el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero avanzara el pasado sábado en el Congreso del PSOE andaluz que «la legislatura va a durar hasta 2027», dejando claro que las diferencias con el partido de Puigdemont ya estaban resueltas. «Con el mediador no hay ningún cabreo, pero con el PSOE, muchísimo», resaltaban ayer a este periódico fuentes del entorno de Puigdemont.
Pese al acuerdo establecido, Junts recela del contenido de la propuesta del PSOE en materia de inmigración toda vez que el equipo negociador de Pedro Sánchez, encabezado por Santos Cerdán, se comprometió hace un par de semanas a entregar un informe jurídico con su posición sobre este asunto y al cierre de esta edición todavía no había sido remitido.
Las fuentes consultadas por este diario apuntan que el PSOE ha intentado tranquilizar mientras a Junts diciendo que es la Abogacía del Estado quien está confeccionando el documento y que trabaja en una fórmula que acomode a los Mossos en la gestión de las fronteras, la expedición del Número de Identidad Extranjero (NIE) o los procedimientos para expulsar a inmigrantes, hasta ahora en manos del Gobierno central. Aunque ambas partes han negociado esta cuestión, en las conversaciones no han intervenido expertos jurídicos delegados por los dos partidos.
No obstante, durante las conversaciones mantenidas durante las últimas semanas y tal como avanzó este periódico, el PSOE admitió a Junts que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se oponía rotundamente a cualquier fórmula de este tipo porque era ilegal. La cúpula de Junts replicó sin ambages que si el problema es el ministro, lo que tiene que hacer el presidente es destituirlo fulminantemente.
A diferencia de otras reuniones u otros momentos de tensión con Junts, en el Gobierno hay rictus de seriedad, pero hay «optimismo», según trasladan fuentes socialistas. Las personas consultadas exponen que en el equipo negociador de Junts «quieren exprimir y dejar clara hasta la última coma» de lo que se negocia y pacta, lo que, en más de una ocasión, ha dilatado los acuerdos. Es el caso de las competencias de inmigración, que se lleva hablando más de un año y los independentistas no aceptan los rodeos y fórmulas que han partido desde el lado socialista. Porque la última propuesta suya fue consideraba «insuficiente» por los de Puigdemont. De ahí que se esté a la espera de la nueva.
Los socialistas confían en que en la pugna interna que vive Junts terminen imponiéndose las tesis de Turull, al que definen como el más «posibilista» y más proclive al entendimiento y al pacto. En La Moncloa siempre respiran en los momentos en que saben que la interlocución la canaliza o pilota el secretario general de Junts, que tiene buena relación con Santos Cerdán, número tres del PSOE. Lo consideran como una persona «seria y de fiar». La perspectiva en el Gobierno es que «mientras haya reuniones quiere decir que la cosa avanza». Y a eso se agarran.
En todo caso, y a la espera de que fragüe el informe jurídico y que el Gobierno sepa cómo respira Junts, fuentes gubernamentales consultadas por este diario insisten en que «no se va a traspasar la línea roja de la Constitución». Junts exige el control de las fronteras, que es una competencia del Estado. «Hay muchas cosas que ver y estudiar y en eso estamos». Como ha informado este diario, la apuesta del Gobierno es por una cogestión, esto es que los mossos se sumen a la Policía Nacional y la Guardia Civil, pero sin desplazar a estos. Una de las cosas que está presente en la negociación es el modelo de Baviera, donde hay un trabajo compartido entre policías.
En el Gobierno insisten, además, que «hay que cosas que ni siquiera dependen de nosotros», en relación a las exigencias de Junts en materia de inmigración y el hecho de que seamos frontera sur de Europa. Y recuerdan que Junts «ha reivindicado la independencia, pero nunca el salirse de Europa. Así que eso lo tienen que entender».
Sí que es verdad que si los socialistas manifiestan un ánimo «optimista» hasta finales de la semana pasada el acuerdo en materia de inmigración se seguía sin ver «inminente». Se insistía en que se había avanzado y que lo veían posible, pero no que fuera a tener lugar ya.