Bianca Balti fue una de las invitadas estrellas que anoche desfiló en el escenario del Teatro Ariston de Sanremo. Y lo hizo como copresentadora con unos vestidos maravillosos, entre los que destacó uno en particular, con una apertura en el vientre con la que la modelo de 40 años mostró la cicatriz de su abdomen, producto de las operaciones a las que se ha sometido.
Fue en el cuarto cambio de indumentaria, cuando Balti lució este diseño firmado por Roberto Cavalli.
"El latido de un corazón que no tiene miedo de latir. El personaje que deja huella", escribió Balti sobre el vestido en sus redes sociales.
A lo largo de la velada, la modelo continuó con su misión: no esconder la enfermedad sino vivirla con naturalidad, configurando así una nueva historia de tanto dolor.
Balti comenzó la noche optando por no usar pelucas ni turbantes y decidió lucir ropa bonita, que no necesariamente ocultara los signos de su lucha contra la enfermedad. Todo sin esconderse. Y con naturalidad. Como cuando, interrogada por el presentador del festival Carlo Conti sobre sus rituales de belleza, la modelo respondió: "Como ya no tengo pelo, me cuesta muy poco arreglarme", respondió con una sonrisa.
La modelo, madre de dos hijas (Matilde, de 17 años, y Mia, de 9), utiliza su perfil de Instagram, en el que cuenta con 1,7 millones de seguidores como caja de resonancia para sus mensajes de esperanza y positividad. Y así lo hizo también en vísperas de su participación en el Festival, cuando compartió un carrusel de imágenes junto a un post donde explicaba que tras el diagnóstico de cáncer, muchas marcas han dejado de contar con ella.
"Es comprensible que todo el mundo se haya mostrado reacio a ponerse en contacto conmigo para hablar de trabajo. Además de enviarme flores y sentidas notas, las marcas han dejado de considerarme como alguien que podría representarlas", escribió, en el mismo texto en el que explica que la elección de mostrarse con el pelo rapado al cero fue "para mostrarles a ellos y al mundo entero el poder de mi nuevo look".
La modelo terminó el mensaje con un agradecimiento especial a las marcas que, por el contrario, siempre la apoyaron y respaldaron en sus elecciones y que ella misma quiso homenajear con algunas de las imágenes más bellas de las campañas que creó para ellas.
Su lucha contra el cáncer
El pasado mes de septiembre, Bianca Balti compartió con sus seguidores de Instagram que le había sido diagnosticado "un cáncer de ovario en grado 3C". La noticia fue un nuevo golpe en la salud de la top italiana que a inicios de 2023 se sometió a una mastectomía preventiva, después de descubrir gracias a una prueba genética que tenía la mutación genética BRCA1.
"Tengo un largo viaje por delante, pero sé que voy a superar esto. Por mí, mis seres queridos (mis hijas están en la parte superior de la lista), y todos los que necesitáis fuerza, podéis tomármela prestada porque tengo un montón", escribió tras compartir su diagnostico.
Balti nació en una familia burguesa de Lodi, una ciudad de provincias, en marzo de 1984, hija de un empresario y de una profesora. La deslumbrante belleza de la adolescente atrajo a agentes de moda pero sus padres querían que completara sus estudios. Hasta la llegada de Bruno Pauletta de Brave Models que marca su entrada al mundo de la moda.
Musa de Dolce & Gabbana y rostro italiano de las pasarelas, Bianca Balti se mudó a Nueva York sólo por amor: conoció al fotógrafo Christian Lucidi, asistente de fotógrafo, y lo siguió a Estados Unidos, donde se convirtió en su esposa. De su matrimonio, que solo duró unos años, nació su primera hija Matilde.
Se mudó a Marbella, donde conoció a su segundo marido, el estadounidense Matthew Mac Rae, con quien tuvo a su hija Mia. La relación solo duró unos meses.