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Y Zapatero recomendó a Trump leer a Lorca

El ex presidente apareció en un Congreso del PSOE después de saberse de sus adquisiciones inmobiliarias en Puerta de Hierro. Antes había estado negociado con Puigdemont. Pero si él trabaja para las dictaduras...

Y Zapatero recomendó a Trump leer a Lorca
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La reunión de los conservadores americanos se salda con los plantes de Bardella y, de alguna forma, de Meloni, además de las idas de olla de Bannon (del que, al menos tras su estancia en Italia, esperábamos menos chifladuras). Los medios en España se han quedado con el saludo de Trump a Abascal («Sandiego», whatever), una anécdota al lado de lo que depara al mundo la reacción a las locuras de la izquierda (y a la dejadez de la derecha). Esperemos que la UE haya aprendido la lección.

Al mismo tiempo, vuelve a aparecer —una vez más— Zapatero en escena. Lo hizo en el Congreso Autonómico del PSOE en Palencia para arropar a Carlos Martínez Mínguez como candidato socialista. Desde el atril, aconsejó a Trump leer a Machado, Alberti y Miguel Hernández. El expresidente estaba recién llegado de Suiza, en donde se reunió con Puigdemont para tratar de arreglarle a Sánchez el resto de la legislatura. (Con éxito porque Junts anunció que retiraba la cuestión de confianza).

A la derecha no cafetera nos dio bastante vergüenza/apuro/congoja ver a Bannon hacer el saludo nazi (o lo que quisiera hacer) en el mismo lugar en el que estaba quien puede ser decisivo para quitar a Sánchez del Gobierno: Abascal. Pero parece que en la izquierda a nadie le da apuro recurrir a Zapatero tanto para la escena política pública como para los bastidores.

De momento, EE.UU. no es una dictadura como lo es China, país para el que trabaja el expresidente y cuyos manejos podrían explicar los movimientos de España en favor de los coches chinos. ¿Le habrá regalado ya a Xi Jinping las obras completas de Lorca? ¿Y a Nicolás Maduro? Recordemos cómo Zapatero ha luchado por frenar que el Gobierno de España y la UE reconocieran la victoria de la oposición en las últimas elecciones que se celebraron en Venezuela. (Como Monedero, pero allí las mujeres no pueden denunciar los baboseos de los cercanos a la dictadura).

La reaparición de Zapatero coincide con las revelaciones de El Confidencial sobre la casa que ha adquirido en Puerta de Hierro. (Y otra que una de sus hijas compró unos días antes). El argumento, sin embargo, es estéril. Zapatero sí puede trabajar a favor de las dictaduras y los sátrapas sin que nadie pida un cordón sanitario. En eso, al menos, la derecha sí que es más autocrítica.