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Juan Antonio Ruiz Román nació en Espartinas (Sevilla), el
3 de octubre de 1962. Hizo su presentación en público el
19 de marzo de 1975 en Camas (Sevilla). Con los del castoreño hizo
el paseíllo por primera vez en la localidad alicantina de Ondara,
en 1978. Tomó la alternativa el 1 de agosto de 1979 en Huelva,
con reses de Carlos Núñez. El padrino fue Manuel Benítez,
El Cordobés, con Manolo Cortés como testigo. La confirmación
le llegó el 25 de mayo de 1982 ante toros de Matías Bernardos,
compartiendo cartel con Paquirri y Julio Robles.
Los comienzos no fueron sencillos para Espartaco. Comenzó su andadura
profesional en la parte seria de un espectáculo cómico-taurino,
una experiencia que el diestro de Espartinas siempre ha destacado como
fundamental para forjarse su carrera. A base de tesón, esfuerzo
y de valor, Espartaco se convirtió en el número uno indiscutible
del escalafón durante la década de los 80, al menos en cuanto
al número de festejos toreados. Fue el torero que enlazó
la generación de toreros de los 70 -como el Niño de la Capea,
Julio Robles o Paquirri, entre otros- con la de los 90 -que encabezó
Enrique Ponce-. Con Espartaco se retomó la costumbre de alcanzar
el centenar de festejos al año, algo que le permitía su
toreo fácil y resuelto.
Espartaco ha sido un torero especialmente apreciado en Sevilla. En esa
plaza logró uno de sus primeros éxitos, en abril de 1985,
que sirvió para lanzar su carrera. Una década más
tarde, Juan Antonio Ruiz vivió uno de sus años más
aciagos, al lesionarse de gravedad una rodilla disputando un partido de
fútbol de aficionados. Tras cerca de cuatro años de intensa
rehabilitación, Espartaco consiguió reaparecer el 6 de marzo
de 1999 en el coso de Olivenza, en Badajoz. En esa temporada no todo fueron
facilidades para el sevillano, ya que unos días más tardes
de su vuelta a los ruedos sufrió una cornada que lo apartó
de nuevo de los toros. El éxito en la Feria de Abril devolvió
a Espartaco la ilusión.
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