Julián López Escobar nace en Madrid el 3 de Octubre de 1982. Hizo la primera comunión el 2 de Junio de 1991 en el mismo colegio donde estudiaba, el Colegio Casa de la Virgen del barrio de la Concepción de Madrid. Una fecha fundamental, ya que ese mismo día empezó su afición por el toreo. Ese día, en la finca de Juan Rivera en Toledo, El Juli dio el primer capotazo de su vida a una becerra en una fiesta campera en plaza de tientas de la mencionada finca.

En este día Julián pidió como regalo que le ingresaran en la Escuela de tauromaquia de Madrid.
Sus maestros en la Escuela, en la que permaneció durante cuatro años, fueron Joaquín Bernadó y Gregorio Sánchez. En esta época logró el trofeo al triunfador de la temporada durante los años 1995 y 1996. El 1 de Mayo de 1993 hace el paseíllo en Villamuelas (Toledo) para matar su primer becerro. Se llevó las orejas, el rabo y la pata del novillo. En 1994 gana el concurso "Monte Picayo busca un torero". El 20 de Julio de 1995 actúa por primera vez de luces en Mont de Marsan (Francia) luciendo un blanco y oro. El 16 de Marzo de 1997 en Texcoco (México) debuta con picadores, logrando triunfos en Ecuador.

El año 98 es el de su consolidación como novillero, campaña en la que ya toreó medio centenar de festejos en Sudamérica. El 10 de mayo de ese mismo año se presenta en Sevilla y dos semanas después, el día 24, sale a hombros al desorejar a un astado de Juan Pedro Domecq. Se presentó en Las Ventas matando seis novillos en solitario el día 13 de septiembre de 1998. Además de colgar el cartel de 'no hay billetes', logró la salida a hombros en una tarde que no fue del todo redonda por culpa del viento. Sólo cortó dos orejas 'in extremis' a pesar de tener al público de su parte.

Tomó la alternativa en Nimes el 18 de septiembre con toros de Daniel Ruiz. Como padrino José María Manzanares y de testigo Ortega Cano. Un doctorado lleno de polémica, ya que El Juli tuvo que saltarse la legislación para poder torear con 15 años. Esa tarde cortó una oreja a cada astado y salió a hombros.

Su primera temporada completa como matador de toros, la de 1999, toreó la cifra de 134 tardes. Una campaña marcada por el gran número de triunfos en plazas de prestigio (Valencia, Sevilla, Murcia, Barcelona, Nîmes, Lisboa, Toledo), pero también por su ausencia en Madrid, lo que le granjeó las suspicacias del público de Las Ventas, y por la cornada que recibió en Calahorra (La Rioja) el día 30 de agosto, que partió en dos su temporada. A partir de esa fecha, El Juli bajó el ritmo.

La temporada de 2000 también acabó El Juli como número uno del escalafón. Un año en el que el joven diestro pulió algunos de sus defectos e intentó congraciarse con el público de Madrid. Lo consiguió sólo a medias, tras el fracaso de su confirmación. El año 2001 fue la de su asentamiento definitivo en el escalafón, dando la cara en Sevilla y 'entrando' por fin como matador ante la afición de Las Ventas.

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