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Nacido en Valladolid el 5 de junio de 1969, David Castro González,
apodado taurinamente David Lugillano, debutó con picadores en Medina
del Campo el 1 de septiembre de 1984, junto a su hermano Jorge Luguillano
y al rejoneador Manuel Vidrié. Tomó la alternativa el 13
de mayo de 1990 en Valladolid, con otro diestro vallisoletano como padrino,
Roberto Domínguez, y Ortega Cano como testigo; las reses, de Los
Guateles.
Confirmó en Las Ventas el 1 de octubre de 1991, apadrinado por
José María Manzanares y César Rincón por testigo
de la ceremonia, con ganado de Sepúlveda.
Torero agitanado, hijo del matador Clemente Castro y último miembro
de la saga Luguillano, David es un diestro capaz de lo mejor y de lo peor
en la misma tarde. Ante todo, se trata de un torero al que mueve la pasión,
el sentimiento, tanto dentro como fuera de los ruedos. Sus temporadas
suelen ser cortas, con poco más de una veintena de festejos. Sin
embargo, en el año 2000 se empeñó el matador en dar
un giro a su carrera. Su primer aviso grande llegó en la Feria
de San Isidro, a la que llegaba con poco cartel tras varios años
de atonía. Cortó una oreja que podían haber sido
dos tras dos faenas intensas y cortas en las que demostró que ha
madurado todo su arte y lo ha revestido de la determinación necesaria
para triunfar. Esa temporada la acabó con 32 festejos y 35 orejas,
incluido el indulto de un toro en Venezuela.
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