Dragolandia

M�s que famosos (Auge y ca�da del imperio del rock)

���� En 1967 �llegu� a Kathmand�, aproximadamente un a�o antes de que lo hicieran los hippies. Y me hice hippy, m�s bien paleohippy. Ten�a ya treinta a�os y era el m�s viejo del cotarro.

��� �Me fui a Bali, a Bangkok, a Benar�s, a Goa, a Estambul, a Amsterdam, a Ibiza... Todo el itinerario del llamado "pueblo de las flores". La banda sonora de aquel movimiento fue el rock, el rock posterior a Elvis Presley, el de los Pink Floyd, Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Jethro Tull, Carlos Santana, el de Woodstock en 1969, el de la isla de Wight un a�o antes...

��� �Pero yo no estuve en ninguno de esos dos legendarios festivales. Jam�s he ido a un concierto de rock. No me gustaba ni me gusta esa m�sica. De verdad que lo siento. Lo digo sin af�n de cr�tica ni de pol�mica.

��� �Durante varios meses, a comienzos de los setenta, armado de buenos prop�sitos y de buena fe, hice todo lo posible para llegar a apreciar lo que en definitiva ha sido la banda sonora del mundo entero en el �ltimo medio siglo y era ya entonces la de mi gente, la de mis correligionarios, la de mis compa�eros de andanzas, la de mis novias, la de mi generaci�n... Me encerr� en un cuartucho de ambiente psicod�lico y escuch�, escuch�, escuch� todos aquellos discos durante horas y horas, fumando un porro tras otro, hasta que un buen d�a, quiz� un mal d�a, me dije: "Qu� le vamos a hacer. Esto es ruido. No me gusta. Hasta aqu� hemos llegado. Vuelvo a Mozart, a Nat King Cole, a Mach�n, a Serrat y a la Casta Diva, por decir algo, y all� se las apa�en mis novias y mis amigos".

���� �Lo curioso es que mi estilo de vida era, sigui� siendo y hasta cierto punto lo es a�n, el de los roqueros: nomadismo, fronterismo, transgresi�n, estados alterados de conciencia, b�squeda del trance... La novelista y periodista Silvia Grijalba, cuyo �ltimo libro se titula y se subtitula casi como esta entrega de Dragolandia y a la que el pr�ximo domingo entrevistar� en Libros con uasabi, el espacio de literatura amparado por la Obra Social "La Caixa", suele decirme: "�Pero s� t� eres m�s roquero que nadie!". Y yo sonr�o y le digo: "S�, pero de los del cine mudo, sin banda sonora".

���� �Aqu� va mi mano, colegas roqueros, pero no mis t�mpanos. Me qued� en los Beatles, en Abbey Road, en Yesterday y en el vinilo. Come together. Atenci�n a Silvia Grijalba, que es mi agente secreta en ese mundo. Ya saben: ser� el pr�ximo domingo, en La 2, a la 1 de la tarde.

���� �Ojo: de la tarde, he dicho, no de la noche. Y tambi�n zumbar�n en torno al libro de Silvia, con los aguijones desenvainados, las Uasabi Girls: Anna Grau, Ayanta Barilli y Elia Rodr�guez.

���� One, two, three... Se baila.


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  1. Pol Ze Nit manteKO 18.mar.2016 | 13:41

    #1

    Todas las �POCAS, y por conCRETAr, digamos que cada epocando, pertenece a una D�CADA; la que en turno le corresponde por raz�n de adolescencia y/o primera juvVEN-TUd, Todas ellas tienen un sELLO especial, el de regisTRO de aQUELla marca, casi enfermizaMENTE presente, perennemente presente, que obliga al encorSETAmiento para f�cil identificaci�n, yo preFIERO el caMUFLAje, la inc�gnita, pasar sin ser visto, mucho mejor, que identificado, se�alado, marcado, encaSILLAdo, fOTOgrafiado, inCREPAdo, aCORROlado y casi engullido. No obstante La m�a, ser�a la de los ochenta, por lo que los hippyes, ya me quedaban un poco atr�s. Los ochenta fueron musicalmente prol�ficos, pero no menos que los sesenta o que los veinte. Hoy, sin embargo, en t�rminos musicales, los pozos est�n sECOS, aPENAs hay referentes, La PU...�etera crisis dej� un vac�o musical, un glacial, que quienes les toc� por adolescentes, vieron como efectivamente su d�cada adolec�a de soNIDO, y por tanto de marca, sello o registro con el que identificarla, �qu� mejor?. Pol Ze Nit

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