M�s vale quedarse en casa
�� �Pas� en Roma la semana anterior a esta y comprob� algo que ya sab�a: verdaderamente eterna, como asegura su fama, debe de ser esa ciudad, pues no cambia nunca. Est� ahora casi igual a como estaba cuando yo viv�a en ella -lo hice en los sesenta y a comienzos de los setenta- y cuando Quevedo la describi� en un soneto magistral. "Cad�ver es la que ostent� murallas", escribi� aquel esp�ritu irreverente. Y as� es, agravada y agusanada su necrosis por la masiva presencia de las orugas de un turismo bobalic�n...