Dragolandia

Archivo NOV2015

Dos fotos asombrosas

����� Las dos han aparecido hoy (por el s�bado) en este peri�dico. Una va a todo trapo en la portada de la versi�n digital y en la contraportada de la edici�n impresa; la otra, en el interior de esta �ltima. Empiezo por la segunda...

Como Pedro por mi casa

���� Escribo a todo meter estas l�neas en el taxi que me conduce hacia mi hotel de paleohippy desde el aeropuerto de una ciudad muy remota de cuyo nombre no pienso acordarme. Eso ser�a dar datos (perd�n por la redundancia) y en tama�a soploner�a yo s�lo incurro cuando alguien me enca�ona. E incluso, entonces, los doy falsos.

��� �En los viajes no me llevo ni tan siquiera el m�vil de la Cuaternaria que a veces, con suma cautela, utilizo en Madrid. �Cu�n inmenso placer el de meterme en la panza de un avi�n transoce�nico o intercontinental, que tanto monta, sin que nadie pueda saber de m� ni rastrear mis huellas!

Nunca volver� a ese maldito pa�s

������ Los mitos alimentaron, in illo t�mpore, la literatura −Gilgamesh, la Il�ada, la Odisea, la Eneida− y la literatura cre� personajes m�ticos: Eneas, Ulises, Aquiles, Gilgamesh. Ese trasvase rec�proco entre las leyendas y los h�roes no ha cesado. No hace falta, en efecto, remontarse a la antig�edad. Hay una mitolog�a de nuestro tiempo, habitada por h�roes que, como los antiguos, tienen algo de �ngeles y algo de demonios, son benignos o malignos y, a menudo, malignos y benignos al mismo tiempo. As� es la condici�n humana que tales mitos escenifican: lado oscuro, lado luminoso... Anverso y reverso. Haz y env�s. Vuelta y vuelta, y hasta revuelta.

Tener casta

���� No me refiero a la que los podemitas, que ya forman parte de lo mismo que denuncian, definen como tal, sino a la de los caballos de raza �rabe y andaluza. O sea: a los purasangres de la especie equina. Estos d�as se celebra en Sevilla el Sal�n Internacional del Caballo. En �l se exponen los que ha fotografiado el artista Peter M�ller. Me pide �ste que observe su obra y exprese por escrito mis sensaciones. Se trata de un desaf�o en toda regla, y no exagero, pues los caballos pict�ricos, hijos de la c�mara, el cobre, la oxidaci�n, la observaci�n, la imaginaci�n y la alquimia, que en ella caracolean, no s�lo son bell�simos cuadr�pedos de estirpe rubensiana y andaluza, sino arc�ngeles que en vez de cascos, belfos y crines tienen alas, aunque no se vean.

Buenismo, islamismo e islamofobia

���� Arde Par�s, como estuvo a punto de hacerlo cuando los nazis lo daban todo por perdido y quisieron imitar a Sans�n frente a los filisteos, y ya est�n los buenistas de turno d�ndole al sonsonete de que lo sucedido no debe atizar la islamofobia.

Novela negra (o no)

���� El protagonista de la pr�xima entrega de "Libros con uasabi" se llama Carlos Zan�n, poeta, articulista, guionista y narrador catal�n nacido en 1966. Lo edita RBA. Gan� el premio Dashiell Hammett del a�o 2015. Acaba de publicar un libro de relatos que componen una novela coral sobre la Barcelona que nunca aparece en los itinerarios tur�sticos. Otras novelas suyas son, por orden cronol�gico, Tarde, mal y nunca, No llames a casa y Yo fui Johnny Thunders. Ser� Anna Grau, y no yo, quien lo entreviste. Hay un buen motivo para ello.

M�s sabe el diablo por viejo que...

���� No s� qui�n es Ram�n Eder. Sea quien sea, me encuentro con una serie de aforismos escritos por �l en la excelente revista Clar�n (�nica pega: en el mismo n�mero, aunque en otro art�culo, publican una foto de Carmen Laforet diciendo que es Dolores Medio. No importa. Cosas que pasan. El mejor escribano...) y anoto los que siguen... ����

En el nombre del padre

��� �Han acudido ustedes alguna vez a un taller de Constelaciones Familiares? All�, qui�ranlo o no, se dar�n de narices con su padre, ya sea en forma de encuentro, de reencuentro o de desencuentro. Los tr�gicos griegos lo sab�an. La figura del padre siempre ha sido crucial en la historia de la literatura ?piensen en Edipo, en Eneas, en Hamlet, en el Rey Lear, en Kafka y su Carta al padre, en Juan Rulfo y su Pedro P�ramo; en Vargas Llosa y su El pez en el agua, o en la pel�cula Despedidas, del japon�s Yojiro Tajita, por citar s�lo un pu�ado de ejemplos? y esa presencia, esa ausencia, esa sombra, esa luz, cobra cada vez m�s importancia en la literatura de nuestros d�as.

Manifiesto en defensa de la cultura

���� No lo he elaborado yo. Me limito a hacerlo m�o, en uni�n de otros muchos escritores y, en general, creadores, con el ruego y la esperanza de que lo hagan suyo los l�deres pol�ticos que se presentan a las inminentes elecciones.

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